El funcionario llamó a tomar medidas necesarias para detener posibles ataques.
El ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Mohamad A. Alhaki, ha declarado que su Gobierno no permitirá que Irak se convierta en un «campo de batalla» para una guerra entre Estados Unidos e Irán, que protagonizan una escalada de tensión en los últimos días tras el asesinato del general iraní Qassem Soleimani, informa la estación de noticias Kurdistan 24.
«Irak debe evitar convertirse en un campo de batalla o ser parte en cualquier conflicto regional o internacional», expresó Halbousi, que pidió al Gobierno que tome todas las medidas necesarias para frustrar posibles ataques.