Según Israel, el objetivo fueron posiciones de Hamas. En paralelo, movilizaciones exigieron en Tel Aviv la dimisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
El Ejército israelí atacó este sábado un objetivo del grupo palestino islamista Hamás en el sur de la Franja de Gaza. Fue en respuesta al lanzamiento de globos incendiarios desde ese territorio palestino, según ha informado un portavoz militar en un comunicado.
Este sábado se produjeron violentos enfrentamientos entre manifestantes palestinos y soldados israelíes a lo largo de la valla fronteriza que separa Gaza de Israel.
Algunos manifestantes quemaron neumáticos y lanzaron artefactos explosivos y piedras a las tropas israelíes desplegadas en la zona fronteriza, de acuerdo con el Ejército israelí.
Los soldados respondieron con gas lacrimógeno y dispararon con fuego real. En las protestas, 21 palestinos resultaron heridos por disparos israelíes, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Pedidos de renuncia
En tanto, cientos de israelíes exigieron en Tel Aviv la dimisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, después de que el jueves el fiscal general anunciara su intención de acusarlo en tres casos de corrupción.
«Netanyahu, Israel está avergonzado», fue el lema proyectado en la fachada de un edificio al inicio de la manifestación, convocada por partidos de izquierda y en la que se calificó al Gobierno de Israel de corrupto.
Desde la plaza Habima, donde se convocan protestas antigubernamentales desde hace más de un año en el transcurso de las investigaciones que han implicado a Netanyahu en varios casos de corrupción, los manifestantes caminaron hasta la sede del partido de este, el Likud.
El caso
El jueves, después de años de investigaciones, el fiscal general, Avijai Mandelblit, anunció su intención de acusar por cohecho, fraude y ruptura de la confianza a Netanyahu, pendiente ahora de una vista para formalizar la imputación.
La Fiscalía considera que hay indicios suficientes en el llamado Caso 4000, el más grave, en el que se le acusará de cohecho, fraude y ruptura de la confianza, por presuntamente hacer favores al gigante de telefonía Bezeq a cambio de una cobertura favorable para Netanyahu y su mujer Sara.
Los otros dos casos que le afectan, y por los que sería acusado de fraude y abuso de confianza, son el Caso 1000, sobre recepción de caros regalos de empresarios millonarios a cambio de favores políticos, y el 2000, sobre un acuerdo con el dueño del diario «Yediot Aharonot» para lograr una cobertura positiva a cambio de limitar a la competencia.
El anuncio se produce a poco más de un mes de las elecciones israelíes del próximo 9 de abril, y las primeras encuestas de intención del voto debilitan a su partido, el Likud, aunque no de forma drástica (de 29 a 25 escaños).