Juan Gabriel ha muerto

El cuerpo fue trasladado ocho horas después del fallecimiento a una funeraria de Los Ángeles. La familia lleva el proceso en la más estricta privacidad y anunciará «en los próximos días» el destino del cadáver.

 

La llamada se recibió a las 11:42 de la mañana de este domingo en la Policía de Santa Mónica. Un hombre había fallecido en un apartamento del único edificio de Marine Terrace, un callejón que da a la playa de Santa Mónica, California, en una de las zonas más exclusivas del mundo. Era Alberto Aguilera Valdez, Juan Gabriel. Solo dos días antes había actuado para 17.500 personas en el Forum de Los Ángeles y se encontraba en plenas facultades en medio de una gira por California. La ciudad despidió al divo con homenajes improvisados desde la puerta de su casa hasta el paseo de la fama, donde sonaron sus canciones a pleno pulmón hasta bien entrada la noche.

La policía de Santa Mónica no podía confirmar este domingo si Juan Gabriel se encontraba solo en el momento de su muerte o quién fue la persona que halló el cadáver. El cuerpo del artista permaneció en el domicilio hasta las ocho y media de la tarde. Con toda la calle llena de curiosos y periodistas, dos grandes todoterreno negros y una camioneta salieron del edificio entre canciones de sus fans.

El cuerpo fue trasladado a la funeraria judía Manilow & Silverman en Los Angeles, a 16 kilómetros de la residencia, según adelantó Univision. La policía considera que la muerte de Juan Gabriel fue por “causas naturales”, concretamente un infarto de miocardio, por lo que no ha iniciado ninguna investigación, explicó el portavoz del departamento, Saúl Rodríguez. La familia tampoco había reclamado este domingo una autopsia, según confirmó la oficina del instituto forense del condado, por lo que el cuerpo de Juan Gabriel puede ser enterrado en cualquier momento sin más trámites.

La familia del cantante manejó la tragedia con extrema privacidad y reclamó discreción respecto al proceso que se va a seguir a partir de ahora y respeto en estas horas de dolor. En un comunicado, el hijo de Juan Gabriel, Iván Aguilera, escribió: “La muerte repentina de mi padre es una trágica pérdida para todos nosotros, su familia, sus colegas y aficionados. Damos las gracias de corazón a las entregadas condolencias que hemos recibido de todo el mundo, incluido el presidente Enrique Peña Nieto. Sabemos que nuestro padre echará de menos entretener a sus incontables fans, que le dieron una tremenda alegría en su vida”.

En el mismo comunicado, la familia pedía que la dejaran a solas en estos momentos, algo que parece difícil en los lugares más identificados con el artista, como Ciudad Juárez, su pueblo de Michoacán o Los Ángeles, donde los fans peregrinaban en la noche del domingo de un punto a otro de la noticia para estar cerca del ídolo. La familia dará detalles de los siguientes pasos en “los próximos días”, según el comunicado. Por el momento, el cuerpo pasó la noche del domingo en la funeraria de Los Ángeles.

En caso de querer llevar el cuerpo a México, es necesario un certificado de defunción mexicano y una petición de traslado del cadáver que debe tramitar el Consulado de México en Los Ángeles. A media tarde de ayer, la familia no se había puesto en contacto con las autoridades, según confirmó el cónsul general, Carlos García de Alba. “Estamos a la espera de la decisión de la familia”, dijo el cónsul.

“Es un triste domingo para los mexicanos y para el mundo entero”, dijo García de Alba a EL PAÍS. “Tuvo una vida intensa y nos dio mucho. Trascendió las fronteras de Michoacán y de Juárez. La vida hizo que terminara en Los Ángeles, ciudad que le dio mucho” y donde actuaba regularmente con los mayores teatros llenos.

Frente a la casa de Marine Terrace, al atardecer y sin saber en ese momento que vería pasar el cuerpo de Juan Gabriel delante de él, esperaba a las ocho de la tarde Salvador Serrano entre decenas de curiosos. “Crecí en Ciudad Juárez con las canciones de Juan Gabriel”, comentaba. “Canto sus canciones todo el tiempo, mis amigos me las piden porque me las sé todas”. Lo vio en directo en el Nokia Theatre hace dos años, afirma. “Estoy impresionado, no sé qué hacer”.

A la misma hora, y hasta bien entrada la noche, un centenar de personas se concentraban en Hollywood Boulevard alrededor de la estrella del cantante en el paseo de la fama, donde cantaban canciones y depositaban flores y cruces. El luto en Los Ángeles durará aún días.

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