Estaba fugitivo de la Justicia desde 1993, condenado a cadena perpetua por varios atentados y homicidios. Hoy su organización criminal perdió poder y se ubica detrás de la ‘Ndrangueta y de la Camorra napolitana.
El 16 de enero pasará a la historia en Italia porque fue arrestado quien es considerado el último padrino de Cosa Nostra, la mafia siciliana, que escapaba de la justicia desde 1993, Matteo Messina Denaro. Casualmente un 15 de enero, pero de hace 23 años, fue arrestado otro super boss o super jefe de la mafia siciliana, Toto Riina.
Messina Denaro fue arrestado en una clínica oncológica de Palermo, la capital de Sicilia. Cuando fue interceptado por los carabineros que habían rodeado toda la clínica y le preguntaron cómo se llamaba, él dijo “soy Matteo Messina Denaro”, aunque llevaba un documento con el nombre de Andrea Bonafede.
Algunas pistas de Messina Denaro en 1994 lo situaban en España, en Barcelona en particular, donde al parecer se había sometido a una operación a la retina. Años después habría manifestado también una insuficiencia renal por lo que tenía necesidad de diálisis. Y para no arriesgarse a ir a un hospital, hizo instalar en su refugio secreto los aparatos necesarios para la diálisis. Buena parte de estas revelaciones provienen de la confesión de un mafioso arrepentido, Salvatore Baiardo, que colaboró con la justicia.
Hijo de Ciccio, un viejo capo mafioso de Castelvetrano (Trapani), en Sicilia, y aliado del mafioso Toto Riina de Corleone, Matteo Messina Denaro era un fugitivo de la justicia desde 1993. Tuvo varias mujeres y al menos dos hijos. Pero no tenía una verdadera familia.
Fue condenado a cadena perpetua por varios atentados y homicidios, entre ellos el de Giuseppe Di Matteo, el hijito de un mafioso arrepentido que había colaborado con la justicia. El niño fue estrangulado y disuelto en el ácido. Asimismo fue condenado por los atentados con autobombas producidos en 1993 en Milán, Florencia y Roma.
Messina Denaro es también considerado uno de los responsables de los atentados de 1992 en los que murieron -a distancia de poco maś de un mes-, dos famosos jueces antimafia de Palermo, Paolo Borsellino y Giovanni Falcone. El próximo 19 de enero, en el aula bunker de la Cárcel de Malaspina de Catalnissetta, siempre en Sicilia, la Corte de Apelaciones de Sicilia comenzará las audiencias referidas al proceso por el atentado de Capaci (muerte de Falcone, su esposa y los policías de custodia) y el de Via d’Amelio en Palermo (la muerte de Borsellino). La Corte de Apelaciones es la segunda instancia de la justicia italiana que podría terminar con una condena definitiva. El abogado de Messina Denaro, de todas maneras, tendría siempre derecho a presentar una apelación ante la Corte Suprema si no está de acuerdo con la condena.
Las reacciones a nivel político
Las fuerzas especiales y carabineros que participaron de la búsqueda del mafioso se declararon muy satisfechos aunque lamentablemente, la fuga de los mafiosos ha durado siempre muchos años: Toto Riina fue arrestado después de 23 años y Bernardo Provenzano, otro capo mafioso, después de 38 años.
Las comentarios de todos los políticos fueron muy positivos por el arresto del mafioso. El presidente de Italia, Sergio Mattarella, llamó al ministro del Interior y al Comandante del Arma de los Carabineros, para felicitarlos por el arresto de Messina Denaro que se coordinó con los jueces sicilianos que seguían el caso.
“Una gran victoria del estado que demuestra que no hay que rendirse frente a la mafia”, comentó de su parte la primera ministra, Giorgia Meloni. que este lunes viajó a Palermo y al dirigirse al aeropuerto para volver a Roma se detuvo para rendir un pequeño homenaje al juez antimafia Falcone, su esposa y dos custodios, que fueron asesinados precisamente en el camino hacia el aeropuerto de Palermo. “El gobierno asegura que la lucha contra la criminalidad mafiosa proseguirá sin tregua”, añadió Meloni.
“Una gran satisfacción por un resultado histórico en la lucha contra la mafia”, comentó el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, que cuando lo supo estaba llegando a Ankara, en Turquía, para una serie de encuentros con el gobierno local.
Los fiscales de Sicilia, Paolo Guido y Maurizio de Lucia condujeron las investigaciones sobre Messina Denaro. Guido, visiblemente emocionado, declaró ante la prensa que “el resultado llegó después de años de grandes esfuerzos e investigaciones de la fiscalía y de las fuerzas de policía que han logrado disolver las red de cómplices que tenía el capo. El resultado también se logró gracias a la coordinación entre las fuerzas de policía que deben ser agradecidas”.
También el secretario del Partido Democrático, Enrico Letta, reconoció el trabajo de la fiscalía y las fuerzas policiales. “Felicitaciones a las fuerzas del orden, a la fiscalía, a todos los que han hecho posible la captura de Matteo Messina Denaro. La mafia al final pierde siempre. Este es un mensaje fundamental de este histórico 16 de enero”, escribió Letta en Twitter.
Las mafias en Italia
“La mafia es como Dios. Todos saben que existe pero nadie sabe donde está”. Esta era una frase famosa en Italia, que sintetizaba el poder de Cosa Nostra, la más famosa mafia italiana nacida en Sicilia en el siglo XIX. Cosa Nostra habría nacido para contrarrestar, se dice, las deficiencias del dominio de los Borbones españoles en lo que era llamado el Reino de Sicilia. Los gestores de las tierras de la nobleza se hacían cargo de resolver los problemas cotidianos de sus conciudadanos a los que el reino hacía oídos sordos. Así se transformaron en “padrinos”, es decir protectores.
Pero según algunos historiadores, después se transformaron en un centro de poder alternativo y violento. Otros historiadores en cambio dicen que esos grupos fueron violentos desde el principio y que su poder se basaba en los acuerdos con los terratenientes de Palermo –capital de Sicilia- para mejor explotar a quienes rentaban sus tierras y a los obreros agrícolas.
De hecho la mafia se transformó poco a poco en un grupo de poder al que no se podía evitar fácilmente en Sicilia. Su célula primaria era la “familia”, una estructura que incluye familiares verdaderos pero que sobre todo tiene base territorial. Por eso se habla de la familia de tal o cual pueblo o ciudad y no de tal o cual apellido. La famosa película “El padrino”, por ejemplo, condujo al engaño al hablar de la familia Corleone como si se tratara de un apellido. En realidad Corleone era un pueblo con “alta densidad mafiosa” como se dice en Italia, de Sicilia.
Tráfico de cigarrillos, prostitución, tráfico de heroína y luego de cocaína, licitaciones públicas arregladas en el sector de la construcción, fueron sus principales fuentes de capitalización en el siglo XX. Capitalización que pronto tendió a internacionalizarse gracias a la droga.
Y durante la Segunda Guerra Mundial, la mafia siciliana hizo acuerdos con las Fuerzas Aliadas que desembarcaron en Sicilia para combatir la dictadura de Mussolini. Y hay quienes aseguran que esos acuerdos le trajeron buenos beneficios después.
Las mafias (la de Sicilia, de Calabria, de Nápoles) no quedaron limitadas al sur de Italia. Con el tiempo se fueron instalando también en el norte, donde están los principales centros industriales como Milán y Turín, y en el centro, donde está Roma, por acuerdos con políticos o empresas locales. También se instalaron en otros países de Europa y comenzaron a controlar distintas actividades. Durante las crisis económica de 2008-2009, por ejemplo, (y ahora con la crisis desencadenada por la pandemia) lograron apropiarse de decenas de empresas fundidas, restaurantes, pizzerías, y “lavaron” su dinero ilegal obtenido del tráfico de drogas.
Con el correr de los años Cosa Nostra, que tenía buenos representantes en varios países (Estados Unidos, Argentina, Brasil, entre ellos) fue perdiendo poder en Italia y en Europa porque el tráfico de droga, especialmente la cocaína venida de América Latina que sustituyó a la heroína, empezó a ser controlada por la ‘Ndrangueta o mafia de Calabria que se transformó en la principal traficante de droga de toda Europa. Hoy Cosa Nostra, que era la primera en el ranking de la criminalidad organizada hasta hace algunos años, casi podría decirse que está en el tercer lugar, después de la ‘Ndrangueta y de la Camorra napolitana.