Un cubano gusano de la CIA; Enrique Capriles, el opositor venezolano; espionaje en la Embajada de Cuba, un Frente Interno en Managua… vuela la imaginación del estafador Gerardo Sánchez y a la vez hace remontarse en sueños del pasado a la claque somocista que le rodea con la esperanza de “agarrar algo” cuando libere a Nicaragua del sandinismo.
Enrique Castillo, un músico y “gringuito caitudo” que vive en Estados Unidos y que anduvo por aquí apoyando a Fabio Gadea y a los del MRS (que dicen que son de izquierda), durante las elecciones pasadas, es uno de los que “hizo química” con el también autollamado “comandante Roberto Palacios”.
Planes para conseguir dinero, presuntas reuniones que nunca se dieron… y como elemento siempre presente, al estafador inventando historias de imaginarios ataques al Ejército y a la Policía, con muchas bajas que nadie ve por ningún lado.
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