Stella Calloni
El pasado 21 de noviembre se conoció que tropas especiales, asesores y grupos mercenarios extranjeros estaban actuando junto a las fuerzas armadas y de seguridad de Bolivia, que están reprimiendo al pueblo desarmado en el marco del golpe de Estado contra el gobierno del presidente Evo Morales y las investigaciones señalan a las fronteras permeables de ese país con Argentina (entonces bajo el gobierno de Mauricio Macri) Chile, Brasil, Paraguay de acuerdo a investigadores sobre “militarización e injerencia en 2018”.
“El amedrentamiento a Bolivia mediante la instalación de bases y acciones en la frontera con Chile y Argentina se produce en un acelerado proceso de comprobada militarización del continente y por eso las visitas del vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence a Sudamérica así como de James Matti ex secretario de Defensa, a ambos países, antes de ser reemplazado en julio de este año por Mark Espert, señalan investigadores en el documento “Bolivia en la mira militar de Estados Unidos” (markaabyayala.wordpress.com 19-8 2018).
A Mattis se le atribuye haber ordenado al canciller de Chile, Roberto Ampuero coordinar la destrucción final de Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) antes de su visita oficial a Chile en agosto de 2018.
Precisamente en agosto de 2018 la Asamblea Popular de la Puna en la provincia argentina de Jujuy denunció y alertó sobre incursiones de militares estadunidenses en la Quiaca (frontera con Bolivia) que estaban actuando después de un acuerdo firmado entre el gobierno de Mauricio Macri y la Guardia Nacional de Georgia para instalar una base encubierta en la frontera con Bolivia, además muy cerca de donde está el litio tanto argentino como chileno y boliviano.
El 19 de agosto del año pasado Chile anunció la creación de un grupo de Trabajo permanente para “enfrentar la delincuencia en la macro zona de la frontera con Bolivia conformado por representantes de Carabineros, el Estado Mayor Conjunto, los Ministerios Público y de Seguridad Interior con sede en Iquique.
Es también el argumento esgrimido por el presidente saliente Mauricio Macri, que además y en conjunto con Brasil y Chile reorientó el papel de las Fuerzas Armadas a intervenir en la seguridad interior, regresando a su papel en los años 70-80- En Argentina al ejército se le adjudicó un papel logístico, para “apoyar a las fuerzas de seguridad” especialmente en las fronteras norte.
En la investigación anteriormente citada se menciona además que la militarización permanente de las fronteras argentina y chilena con Bolivia coincidía con la entrada de la corporación estadounidense “Ensorcia Metals” a la que Argentina y Chile entregaron la fabricación de las baterías de litio.
Además analizando la Geopolítica del litio en la región, Bolivia, que tiene el mayor reservorio creó una empresa estatal para la industrialización del litio asociándose con empresas europeas. “La geopolítica del litio se ha transformado profundamente desde una situación muy complicada a una altamente peligrosa para las economías y la paz regional”.
Esta decisión soberana de Bolivia se cita como una de las causas por la que Estaos Unidos apresuró el golpe en ese país. Una serie de acuerdos firmados entre el Comando Sur y otras instituciones militares y de inteligencia de Estados Unidos con el gobierno de Macri, significaron el aumento de la presencia militar estadunidense en todo el país, con preponderancia en la frontera con Bolivia, zona activada desde 2018.
Entre el 20 y el 31 de agosto del año pasado el gobierno boliviano reaccionó ante las grandes maniobras militares “Estrella Austral” realizada en las fronteras de Argentina y Chile con Bolivia. La utilización de helicópteros, aviones, paracaidistas, blindados, tropas, aparecían como en ensayo de invasión a Bolivia, inquietando al presidente Evo Morales.
En las maniobras chileno-estadunidense en Antofagasta(Chile) hubo mil cien efectivos, y un número similar en Argentina, supuestamente con el objetivo de crear “fuerzas de tarea conjunta de Operaciones Especiales” bajo el asesoramiento del Comando Sur.
Evo Morales mostró su preocupación por la presencia militar de Estados Unidos y más aún cuando funcionarios diplomáticos argentinos confirmaron que el gobierno de Macri había decidido la instalación de una unidad militar en Abra Pampa, Jujuy a unos 70 kilómetros de la frontera con Bolivia.
Y aunque dijeron que no necesitaban militares de otros países por la capacidad de los militares argentinos, ya el Comando Sur estaba construyendo una base en la provincia de Neuquén, cerca de los yacimientos de Vaca muerta en el sur y también otras en Usuhaia, Tierra del Fuego, a lo que se añade de la DEA en la zona argentina de la triple Frontera, anunciada a públicamente por la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich.
El presidente Evo Morales expresó su preocupación en su cuenta de Twitter ante las maniobras de 2018 denunciando además ejercicios militares entre Chile y EEUU en la región de Antofagasta, como amenaza imperialista contra la paz regional. “Tropas de EEUU en América Latina no garantizan dignidad ni soberanía. Vivimos tiempos de liberación de los pueblos y no de subordinación a imperios” escribió Evo.
El 24 de agosto de 2018 ya el presidente Morales había criticado a Macri por amedrentar a Bolivia con una desmedida militarización fronteriza. «No estoy de acuerdo con lo que hizo estos últimos días Argentina, militarizar la frontera con Bolivia, en La Quiaca, al frente de la ciudad boliviana de Villazón. En esos momentos recordó que bases militares estadunidenses como las que promueve la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no son sinónimo de liberación ya que estas bases son sinónimo de robo, de saqueo, de confrontación de guerra”:
La respuesta del ex ministro de Defensa Oscar Aguad, quien ha firmado acuerdos militares de todo tipo con Estados Unidos que no pasaron por el Congreso, dijo que el plan de Argentina de desplegar militares en la frontera norte forma parte de un programa del gobierno de Macri de dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico y es parte de una decisión soberana de la Argentina».
Nada de esto justificaba el despliegue de otros 500 militares a la frontera norte reforzando el operativo que contempla un despliegue global de tres mil militares. Y este movimiento de tropas desde mitad de septiembre y principios de octubre, fue impactante en 2019. Bolivia conocía de la presencia junto a los militares argentinos y chilenos de fuerzas especiales y de Despliegue Rápido del Comando Sur.
Ahora se sabe que el tren Belgrano Cargas parado desde hace 35 años, transportó desde Alto Córdoba, armamentos supuestamente destinados a estas últimas maniobras en Jujuy desplazando 21 vagones para las tropas destinadas al IV Ejercicio Vicuña en el Horizonte, dentro del llamado Operativo Norte y para el Batallón de Fuerzas de Despliegue Rápido formado por militares del Comando Sur, que se capacitaban “para actuar ante una amenaza o emergencia”.
Es imposible ignorar las coincidencias entre el viaje de Ivana Trump, hija del presidente de Estados Unidos, Donald Trump a Jujuy al comienzo de septiembre de 2019 y especialmente ante la inusual comitiva que la acompañó entre ellos dos mil 500 agentes federales, según la información desde Jujuy, e importantes funcionarios estadunidenses como el Vicesecretario de Estado, y las reuniones , en las que se denuncia participaron dirigentes opositores de Bolivia.
Supuestamente este viaje de Ivana Trump era para visitar una ONG de mujeres, creada bajo una organización de “ayuda”, mediante lo cual ella viaja a distintos países del mundo.
Todo esto supuestamente como una “cara social” que puede encubrir otro tipo de objetivos. De hecho entregó al gobernador de la provincia de Jujuy públicamente 400 millones de dólares supuestamente para “infraestructuras.
Ya a en noviembre en pleno golpe de Estado comenzaba a expandirse el rumor, de la complicidad del gobernador de Jujuy en el golpe contra Evo, y varias investigaciones saben el armamento que pasó por las fronteras de Chile y Argentina hacia Bolivia y también tropas especiales lo que no podrá ocultarse.
Se sospecha precisamente que parte de los armamentos desplazados para las maniobras antes citadas originó que serie de investigaciones y un grupo de analistas esté preparando un informe para solicitar las explicaciones necesarias sobre la participación argentina (chilena y de otros países vecinos) en el golpe contra Evo Morales, encubriendo con fuerzas propias la participación militar de Estados Unidos.