Elson Concepción Pérez | Granma
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), refutó las declaraciones de funcionarios del Gobierno de EEUU respecto al proceso electoral nicaragüense, por constituir ataques e intentos desestabilizadores contra el ejecutivo de ese país.
Como fieras dominadas por el odio se expresa la actuación de Estados Unidos, la OEA y la Unión Europea contra Nicaragua, descalificando desde ahora las próximas elecciones generales.
El Gobierno estadounidense aseguró que los comicios del venidero 7 de noviembre en la nación centroamericana serán una «farsa y han perdido toda credibilidad», según afirmó el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, citado por la agencia alemana DW.
Para el vocero de Estados Unidos, cuyo Gobierno ha impuesto sanciones económicas a altos funcionarios, es «ya una conclusión inevitable que Ortega se asegurará de que las elecciones de noviembre sean una farsa, y que se proclamará a sí mismo victorioso».
Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró que espera que el bloque comunitario ejerza presión sobre el Gobierno de Nicaragua, antes de las elecciones presidenciales. Sus declaraciones se produjeron en medio de la reunión de los cancilleres de esa organización este 18 de octubre.
Como expresión de la «diplomacia» que aplica la jefatura de la UE, Borrell calificó de «muy nefasta» la situación en el país centroamericano. Incluso dijo que los comicios presidenciales son organizados por una de las peores dictaduras del mundo y, por tanto, el proceso electoral será falso, precisa un despacho de France 24.
El otro componente de esta guerra mediática, la Organización de Estados Americanos (OEA), ha considerado insuficientes los insultos y mentiras que Luis Almagro ha expresado contra el mandatario Daniel Ortega, y ha convocado a una reunión de su Consejo Permanente con un único tema en su agenda: Nicaragua.
El gobierno de la nación agredida rechazó dicha convocatoria por ilegítima, y dijo que no participaría en la cita de la OEA.
En este contexto, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) refutó las declaraciones de funcionarios del Gobierno de EE. UU. respecto al proceso electoral nicaragüense, por constituir ataques e intentos desestabilizadores contra el ejecutivo de ese país.
Al respecto, el ALBA también condenó «las acciones injerencistas que, desde la OEA, pretenden inmiscuirse en asuntos que confieren exclusivamente al pueblo y las instituciones nicaragüenses».