La necro-geopolítica USA de las vacunas contra Cuba, Nicaragua y Venezuela

Manuel S. Espinoza Jarquín*

Los EE.UU han encontrado en la facilitación de las dosis anti-Covid-19, un nuevo instrumento de influencia y control político global. Ante las cifras escalofriantes de muerte a nivel global, el temor mundial que ha causado el coronavirus a nivel pandémico y la deteriorada situación económica mundial, las empresas USA ligadas a la industria farmacéutica están reconfigurando un nuevo mapa geopolítico de lealtades y sumisión por medio de la venta o donación de las vacunas.

Lo anterior marca un alineamiento obligatorio. Sobre todo, si se entiende que nuevas cepas mucho más dañinas están apareciendo y brotando por todo el mundo y el grado de insuficiencia económica de los países para cubrir la costosísima compra y la urgencia y tardanza en recibir el abastecimiento, crea una enorme dependencia a la potencia suplidora y esto no tendrá un fin cercano.

Bases lógicas para el control y dominio

Unas 4 millones de personas a nivel mundial habían fallecido a mitad de julio a consecuencia del COVID-19. Nuestro hemisferio se aproximaba ya a los dos millones de decesos. Es el que más índice de mortalidad ha demostrado, superando casi por dos a Europa, con una cifra de 1 millón 200 mil muertes. Mientras que en Asia, la cifra apenas ascendía a unas 758.800 personas.

Solo en EE.UU se contabilizaban unas 630 mil muertes. En América Latina, con 650 millones de habitantes, han fallecido ya más de 1 millón 250 mil ciudadanos. Y se requiere que por lo menos entre el 60 y 70% de la población se vacune para alcanzar un nivel de “inmunidad colectiva relativa”.

Hasta el 15 de julio, la media alcanzada a nivel continental de la población vacunada con 2da dosis, correspondía a un promedio aproximado del 16%. Eso equivale a unos 104 millones de personas vacunadas. Un posible 30% de la población del continente había recibido solamente la primera dosis, lo que corresponde a unos 195 millones vacunados. Estos posiblemente ya en septiembre podrían estar vacunados con su 2da dosis. Al terminar el tercer trimestre de este año, un 46% de la población latina estará vacunada de manera completa.

Países de mayores niveles de economía como Brasil, que encabeza las cifras de mortalidad con 539,050, seguido por México con 235.790, Colombia con 114.833 y Argentina con 100.695, presentan un cuadro dantesco cuando las cifras se comparan relativamente con la población de cada país y la inversión requerida para vacunarla en su totalidad.

Esa situación y otras de coincidencia ideológica en el plano neoliberal, ha dado lugar a grandes oportunidades a los EE.UU en materia de negociaciones, chantaje, presión económico-comercial y política en su lógica de control y dominio continental a través de la agenda y conversaciones secretas, relacionadas a su estrategia contra países de corte antihegemónico como Cuba, Venezuela y Nicaragua, a los que Washington con gran alarma considera como “proyectos geopolíticos acabados” como es en el caso de Cuba y Venezuela.

En el caso de Nicaragua, cinco años de continuación de un gobierno sandinista que procure la ampliación del desarrollo económico nacional basado en megaproyectos de infraestructura con incidencia regional y conexión global como la construcción del canal interoceánico, serían un duro golpe a la estrategia norteamericana de control y dominio continental basada desde 1823 en la Doctrina Monroe.

“Estamos en un punto estratégico, y de ahí viene la persecución del yanqui sobre Nicaragua, porque aquí no hay más que un gigantesco recurso que es el Canal por Nicaragua. Y ellos no quieren, nunca lo han querido, desde que existe Nicaragua ellos impusieron Tratados para que Nicaragua no firmara ningún Acuerdo con ningún País del Mundo, fuese incluso europeo si ellos no lo autorizaban. …Aquí el Canal lo decidimos nosotros” (Cmte. Daniel Ortega en el acto del 19 de julio)

Apuro y Propaganda global

Aun cuando los EE. UU han vacunado casi al 50% de su población, observamos un apuro total acompañado de toda una enorme campaña de propaganda por los altos funcionarios de la Casa Blanca, anunciando con bombos y platillos las ventas y sobre todo donaciones a muchos países en diversas regiones del planeta en un intento de competir con sus primeros adversarios como son China y Rusia.

En nuestra región el apuro es mucho más notable. A diario Antony Blinken, secretario de Estado o Julie Chung, subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, se matan por tweetear cada envío de vacunas. Prácticamente los altos funcionarios de la Casa Blanca, desde Blinken hasta los embajadores y agregados comerciales, políticos, culturales y militares, están enfocados en la promoción de sus vacunas en los países de acreditación, sirviendo así no solo a los intereses nacionales del Estado, sino a los de su industria farmacéutica, uno de los componentes principales del “Estado Profundo”.

Y no es para más el temor y el apuro. China y Rusia han cerrado atractivos acuerdos en la región con precios significativamente mucho más baratos que las tarifas de las vacunas norteamericanas. Guatemala, por ejemplo, había comprado a Rusia, 800 mil primeras dosis y 60 mil segundas dosis de Sputnik V.

China está ofreciendo 1 mil millones de dólares en financiamiento a países latinoamericanos para la adquisición de sus vacunas. China ha donado 100.000 dosis de Sinopharm a Bolivia y 500.000 dosis a Venezuela y 1,5 millones de dosis de Sinovac a El Salvador. Eso explica un tanto la “supuesta actitud antiimperial USA” de los últimos meses del presidente Nayib Bukele y que tanto tiene confundidos a muchos.

Rusia, un históricamente aliado estratégico de Nicaragua, mantiene el envío constante de una cantidad considerable de sus vacunas Sputnik V en varias modalidades. Se han suministrado ya 300 mil dosis de unas 600 mil contratadas. Nicaragua fue uno de los primeros países en registrar el preparado ruso Sputnik V. En mayo autorizó el uso de la vacuna mono-dosis Sputnik Light, y muestra interés en la vacuna rusa CoviVac, producida por el Centro Chumakov y registrada en Rusia el pasado febrero.

Con esto, existe una clara perspectiva a futuro cercano de poder incidir en toda la región con la existencia en el país del Instituto Latinoamericano de Biotecnología MECHNIKOV, S.A., una empresa farmacéutica reconocida ya en el ámbito latinoamericano como productora y comercializadora de vacunas.

Cuba, con su globalmente reconocida solidaridad, ha puesto a correr al aparato de política exterior norteamericano al convertirse en el primer país de América Latina en desarrollar vacunas contra el coronavirus. “Los EE.UU temen un desborde de solidaridad continental que les impida el multibillonario lucro comercial a su industria farmacéutica y la desobediencia política en todo el hemisferio”.

La vacuna “Abdala” tiene una eficacia de 92.28 % y pronto podrá iniciar el proceso de certificación ante la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Soberana 02” es la segunda con 62%, por ahora de efectividad. No solo América latina, tiene mucha expectativa de las vacunas cubanas. Países de África y en la misma Europa urgen de la solidaridad cubana como en los tiempos más críticos de la pandemia en el 2020, donde los países líderes de occidente le dieron la espalda al mundo entero.

Porque, prácticamente, será inevitable la producción de las vacunas cubanas, como la expresión de su solidaridad global y por la competencia con China y Rusia en este cambo, la administración Biden con apuro ha distribuido por lo menos unos 20 millones de vacunas marca Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson a nivel mundial y elevará esa cantidad hasta 80 millones.

A Canadá y México, los EE.UU han dado un préstamo para adquirir 4,2 millones de dosis de vacunas AstraZeneca. De estos, 2,7 millones de dosis son para México y que iniciaron a recibir desde finales de marzo. Otros 20 millones de dosis serán donadas a América Latina por medio de la iniciativa de la OMS, que busca corregir, a través del sistema COVAX, las inequidades globales de la vacunación. 20 millones más de dosis serán directamente distribuidas según las prioridades político-económicas regionales de los Estados Unidos a países como Argentina, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Haití, México y Panamá.

Exclusión necrófila en la distribución humanitaria de las vacunas

Contrario a los valores que mueven a la solidaridad cubana, como hemos explicado en el artículo anterior de la revista, (http://www.visionsandinista.net/2021/06/28/la-agenda-de-agresion-usa-contra-nicaragua/) los EE.UU mantiene una política necrófila que sugiere la posesión de un derecho de decidir sobre “muertos vivientes”. Una forma contemporánea de subyugación de la vida al poder de la muerte”, que obliga a algunos cuerpos a permanecer entre la vida y la muerte”.

A inicios de junio, en un alarde de propaganda antes de la reunión del G-7, Biden anunció, que Estados Unidos gastará 3,500 millones de dólares en comprar y donar 500 millones de dosis de la vacuna Pfizer contra el coronavirus para los 100 países más pobres del mundo, instando a su vez a otras naciones a seguir su ejemplo.

En esta donación, que también sería distribuida por el sistema COVAX durante los próximos dos años, entrarían los países de más escasos recursos del continente como Bolivia, El Salvador, Honduras, Haití, etc.

Aunque en algunos medios Nicaragua ha sido mencionada en la lista, en otros no aparece del todo en estos planes. Como marca el siguiente gráfico.

El grado de la rivalidad con el uso de las vacunas en la región por el control del “Centro-periferia” sin duda alguna se manifestará en las actitudes que los estados receptores de dichas donaciones y créditos demuestren en un corto futuro en actuaciones de apoyo a una u otra potencia del sistema internacional. En nuestro caso lo veremos de manera unilateral y multilateral en relación a los países del Bloque Anti-Hegemónico regional (BAH), Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y esto claramente se ha iniciado a percibir.

Para una mejor comprensión de la aplicación de la geopolítica de las vacunas y su configuración como una clara relación de poder y sometimiento a espacios geográficos, veamos la “estrategia USA de cerco regional” a nuestros países. Esta estratagema se basa en jugar con la viabilidad de poder ser receptor de vacunas y de diversos tipos de ayuda para solucionar otros temas a cambio de obediencia total al plan político de Washington.

Con la mampara de la lucha contra la “migración” desde el Triángulo Norte hacia los EE.UU, la “corrupción” gubernamental, el “crimen organizado” y la “mitigación de la pandemia”, los EE.UU han estado de manera secreta construyendo una estratégica alianza política comercial de cerco y bloqueo. Cabe destacar, que por la asistencia económica y entrega de vacunas, dicha estrategia incluye a México y países del sur de Centroamérica como Costa Rica y Panamá.

Desde el inicio de la instalación de la administración Biden en la Casa Blanca, varios de sus funcionarios de alto nivel encargados de atender la región, han realizado diversos viajes que tienen como propósito afinar y alinear las voluntades de los gobiernos vecinos en su política contra del Bloque Anti-Hegemónico (BAH).

Para Centroamérica los EE.UU ofrecieron inicialmente 4 mil millones de dólares, más US$ 310 millones en ayuda humanitaria.

• Múltiples viajes a los países de la zona de Ricardo Zuñiga, enviado especial del Departamento de Estado al Triángulo Norte.
– abril 5-8 (Guatemala y EL Salvador)
– mayo 10 (EL Salvador)

• Junio 1, la reunión del secretario de Estado Antony Blinken con sus homólogos de Centroamérica y México en Costa Rica durante la cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Las acciones de boicot a la instalación de la secretaria general, que le corresponde a Nicaragua ese cargo para 2021-2025 en esta organización no se hicieron esperar. Prácticamente el SICA está acéfalo desde el 1ro de julio al no aceptar las propuestas de Nicaragua.

• Junio 7 y 8. Visita de la vicepresidenta Kamala Harris a Guatemala y México. En Guatemala ofreció de entrada 500 mil vacunas.

• Junio 13-18 la jefa de Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) Samantha Power comenzó un viaje de cinco días a Centroamérica.

• Junio 14-15. El secretario del Departamento de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas visitó México en junio 14 y 15

• El 20 de junio el jefe del Comando Sur, Craig Faller, visitó Colombia y Brasil.

• Junio 27 al 30. La subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos Victoria Nuland viajó, Paraguay, Panamá y El Salvador. Le acompañó una alta comitiva inter-agencial, que incluyó a:

– Julie Chung, subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental,
– Daniel Erikson, el subsecretario de Defensa para el Hemisferio
Occidental,

– Megan Oates, directora para América Central del Consejo de
Seguridad Nacional,

– Rick Uribe, general de brigada y director de Política y Planes del
Comando Sur de los Estados Unidos.

• Junio 29. El Director de la Central de Inteligencia (CIA) William Joseph Burns, visita Colombia.

Tras la última reunión de Victoria Nuland, se cierra el cerco y se marca el final de la primera etapa de conversaciones sobre los “temas fachada”, que tienen un fundamento de atracción de gravedad político-económica:

Dos días después de sus conversaciones con Nahib Bukele, Washington anunció el pronto envío de 1.5 millones de vacunas Moderna. Una cantidad igual a la enviada por China. Ya el día lunes 5 de julio comenzaron a llegar a El Salvador.

El 8 de julio, como parte de los más de US$26 millones en asistencia bilateral, que EE. UU. ha destinado a Guatemala, arribaron a ese país 1.5 millones de vacunas de la firma Moderna, donadas por EE. UU. El 20 de julio los EE.UU, envió 3 millones más de vacunas Moderna, evitando así que Guatemala siga comprando más vacunas a Rusia.

Se entiende que los EE.UU. han iniciado una segunda etapa de ablandamiento a los gobiernos de la región, sancionando a 55 centroamericanos de los países que integran el Triángulo Norte, a 100 nicaragüenses más, junto con Canadá, que alineándose a la agenda USA, sancionó a 15 funcionarios del GRUN como una muestra de:

1. El carácter supranacional de las leyes norteamericanas.
2. Ampliar las capacidades de control judicial USA a lo interno de cada país.
3. La necesidad de obediencia absoluta ante la posibilidad de ampliar la lista de sancionados.
4. Ganarse a la opinión pública de la región al aplicar dichas sanciones y demostrar una causa justa y solidaria.
5. Recibir el apoyo de la opinión pública regional al ampliar la “Lista Engels” con Nicaragua, aun cuando esté fuera de toda lógica, pero, que sí les sirve en materia de desprestigio al GRUN.
6. Obligar a los gobiernos a pronunciarse y actuar a favor de la agenda de desestabilización USA contra nuestro país.

¡La Alerta es inminente!
Algo que no debe pasar desapercibido, son los temas tratados de manera separada por cada integrante de la delegación que acompañó a Victoria Nuland, sobre todo los del Comando Sur y la de Seguridad Nacional. A la par de la amenaza del COVID-19, se mantienen las acciones de “guerras modernas” de la Casa Blanca. Sobre todo, porque hay lecciones muy educadoras en el análisis de este tipo de visitas y que se pueden relacionar con las declaraciones de la canciller panameña, Erika Moynes del 24 de junio y su propuesta de solución internacional a la situación en Nicaragua.

Un pasaje histórico puede ayudar al lector del por qué se debe prestar tanto interés en este tipo de visitas y reuniones, como la que se realizó en el despacho del Embajador de los Estados Unidos en Panamá, Arthur Davis, y en la que el Almirante John Poindexter, quien le ordenaba a Noriega que utilizara las fuerzas élites de las Fuerzas de Defensa Panameñas (FDP) para intervenir en Nicaragua en una compleja operación militar (Invasión) norteamericana para destruir el gobierno sandinista de ese momento.

También le ordenaron a Noriega que Panamá cediera la isla de Coiba para desarrollar allí, en su selva, unos campamentos de entrenamiento para los “contras” nicaragüenses. La respuesta de Noriega fue negarse rotundamente a tales pretensiones. La reunión terminó en muy malos términos y un mes después, se levantó en Estados Unidos, en el Sur de la Florida, la acusación, que todos conocemos y que se utilizó amenazantemente para expresarlo en esa reunión, si Noriega y la Fuerza de Defensa Panameña (FDP) no cumplían con la tarea asignada.

Al final de la reunión, con un tabaco habano entre sus dedos y lleno de rabia y soberbia, el almirante Poindexter, fijó su dedo acusador en el rostro de Noriega y le dijo: “aténgase a las consecuencias”.

Con la visita de Victoria Nuland a El Salvador y los envíos de 1.5 millones de vacunas, la luz roja de alarma se ha encendido tras el anuncio del presidente Najib Bukele de aumentar en 20 mil soldados más a su ejército para luchar contra las maras. Pero, ¿por qué no aumentar el número de policías?

¿Y qué hay detrás del asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio? ¿Tuvieron algo que ver las vistas del jefe del Pentágono y de la Central de Inteligencia a Colombia semanas antes? Sobre todo, cuando el involucramiento de mercenarios colombianos ha sido más que evidente.

En todo caso, la situación en la segunda mitad de julio tom{o un ritmo muy peligroso. En Venezuela las fuerzas especiales desmantelaron a muchas bandas de delincuentes y paramilitares con fines políticos para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro. En Cuba, con el siempre intento de desprestigiar las vacunas cubanas, las agencias USA de desestabilización global, quisieron repetir el guion del 2018 aplicado en Nicaragua, levantando una bandera de desprestigio contra las capacidades del gobierno cubano de enfrentar la pandemia.

Los pronunciamientos de ataque contra el gobierno cubano no se hicieron esperar por muchos gobiernos de la región, que ahora más que nunca están obligados a actuar como vagones de tren alienados a la política norteamericana o simplemente se quedarán sin crédito ni donaciones de las vacunas que tanto necesitan sus ciudadanos. La geopolítica de las vacunas está generando toda una dinámica de lucha por parte de los EE.UU en función de mantener el control y recuperar a cualquier costo los proyectos geopolíticos perdidos.

*Especialista en Relaciones internacionales.

Fuente: Visión Sandinista

 

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