La protesta contra Maduro logra llegar a una zona popular de Caracas

Luego de tres semanas de manifestaciones y 20 muertos producto de la represión policial, de grupos paramilitares y los saqueos, la marcha de este sábado logró llegar sin percances a su destino en una zona bastión del chavismo.

Los opositores venezolanos lograron marchar por primera vez hasta su destino este sábado. Llegaron a la Conferencia Episcopal Venezolana, ubicada en una zona popular de Caracas, luego de negociar con los funcionarios de la militar Guardia Nacional para que les permitiera el paso.

La protesta fue llamada «la marcha del silencio» y partió hacia el oeste de la capital desde distintos puntos. Todos iban vestidos de blanco y al caminar, la pausa apenas se interrumpía con el himno nacional, rezos o aplausos en honor a los fallecidos tras casi un mes de manifestaciones contra el gobierno de Nicolás Maduro.

Un grupo llegó primero, conformado por cientos de personas, muchas de ellas residentes de las barriadas cercanas. Otros más caminaron kilómetros desde el este y tuvieron que negociar con los guardias hasta que finalmente replegaron a sus soldados y las rejillas metálicas con las que bloqueban el camino para permitirles el paso. Entonces los opositores aplaudieron y celebraron cantando el himno nacional.

Desde la Conferencia Episcopal –considerada por el gobierno como parte de la oposición–, el resto del grupo aseguraba: «Vamos a esperar a los que ya tragaron gas», al referirse a quienes cruzaron la ciudad a pie desde El Rosal o Altamira, al este de Caracas, donde la policía lanzó bombas lacrimógenas para impedir la marcha.

En distintas imágenes, se puede ver a los opositores trepados en una colina cercana a la Conferencia con una bandera de Venezuela y a la espera de los que aún caminaban hacia Juan Pablo II, destino final que fijaron para este sábado.

Cuando las marchas se unieron en una, se escuchaban gritos de «¡sí se pudo!» para darle la bienvenida a los recién llegados. «¡El oeste no es chavista!», exclamaban los vecinos.

Es la primera vez que la oposición venezolana logra llegar al destino que se propone en este último mes de protestas antigubernamentales. Las anteriores han terminado en enfrentamientos entre la Guardia Nacional, que bloquea el paso con rejillas metálicas, lanza bombas lacrimógenas y dispara balas de goma.

Quienes marchan, exigen elecciones presidenciales, dada la crisis económica que vive el país, con una fuerte escasez de productos básicos y una inflación que el FMI estima en más de 700% para finales de año. Pero Nicolás Maduro considera estos reclamos parte de una «guerra económica» con la que la oposición y Estados Unidos sabotean su gobierno.

Esta nueva ola de protestas estalló cuando el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) despojó de sus funciones a los diputados de la Asamblea Nacional en marzo. Días después revirtió la medida luego de que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, denuncira la «ruptura del hilo constitucional».

Hasta el momento, las manifestaciones han dejado ocho personas muertas por disparos propinados por policías o por grupos paramilitares, y once de víctimas fatales tras los saqueos ocurridos el viernes en El Valle y El Paraíso, dos zonas del oeste de Caracas.

También se han registrado distintas agresiones a la prensa. En la llamada «marcha del silencio» la periodista María Alesia Sosa denunció en su cuenta de Twitter haber sido agredida por grupos paramilitares.

Desde que iniciaron las protestas, distintas imágenes han mostrado momentos en los que los opositores han intentado frenar la represión de los funcionarios militares y policiales. Este sábado, una foto muestra a un guardia nacional que lleva su máscara antigases conversando con una monja en la principal autopista de Caracas, al mismo tiempo en que se mantenía el intercambio de bombas lacrimógenas y piedras.

Fuente: Univisión

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