Laura Mercedes Giráldez | Granma
* Entre los aciertos más relevantes de esa cita mundial, estuvo el abogar por el reconocimiento pleno e inmediato del Estado de Palestina y la soberanía del Líbano, apoyar una solución pacífica del conflicto bélico entre Ucrania y la Federación Rusa e implementar acciones de solidaridad con Palestina, Saharaui, Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Miranda, Venezuela, la cuna del Libertador, la tierra también de Chávez, se convirtió durante dos jornadas en epicentro del sendero antifascista, que los hombres de bien construyen hoy.
Más de mil delegados de unos 76 países consintieron instalar el Comité Promotor Internacional Antifascista ¡Por un Nuevo Mundo!, en Venezuela, donde se dieron cita muchos de quienes anhelan –y sobre todo trabajan- en construir un futuro más justo, a fin de articular la lucha de todos los pueblos del Sur Mundial para preservar la vida, salvar la especie humana y al planeta del fascismo, el neofascismo, sionismo y expresiones similares.
El Centro de Convenciones del Parque Bolívar, La Carlota, acogió el encuentro, que pretendió, mediante el debate en siete mesas de trabajo, sentar las bases para crear una poderosa estructura orgánica mundial que derrote y de extinción definitiva al fascismo.
El compromiso de los asistentes a este Congreso fue, sin dudas, con la defensa de los derechos humanos y la justicia social, en un contexto donde esa ideología se abre camino como herramienta para subyugar a los pueblos y despojarlos de sus recursos y autonomía.
Es por ello que en la Declaración Antifascista de Caracas, se acordó constituir el Observatorio Mundial contra el fascismo, neofascismo, neocolonialismo y otras formas de opresión; crear el Secretariado Ejecutivo del Movimiento de la Internacional Antifascista; convocar una reunión de intelectuales y académicos en el mes enero para formalizar la creación del Foro de Caracas; crear una red de juristas vinculada a la Internacional Antifascista y fundar equipos de trabajo en los 76 países participantes.
De igual forma se convocó al Gran Festival de Festivales de los Movimientos por la Humanidad de la Internacional Antifascista. Por otra parte, entre los aciertos más relevantes de esa cita mundial, estuvo el abogar por el reconocimiento pleno e inmediato del Estado de Palestina y la soberanía del Líbano, apoyar una solución pacífica del conflicto bélico entre Ucrania y la Federación Rusa e implementar acciones de solidaridad con Palestina, Saharaui, Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Sin dudas, el espacio representó uno de los más sólidos combates en defensa de la educación y la construcción de un nuevo mundo, más sensible y humano, pluripolar y multicéntrico.
En medio de esa batalla se encuentra la Mayor de las Antillas, que asistió al Congreso con una delegación integrada por miembros del Capítulo Cuba de la Red de Intelectuales, a sabiendas de que la unidad que se precisa debe ser nacional, regional y mundial.