Gemma Tramullas | El Periódico
La crisis económica y la pandemia han puesto la renta básica de actualidad. ¿Pero qué significa realmente? ¿Cómo se financia? ¿A quién beneficia más? Con su ameno estilo, el Doctor en Ciencias Económicas de la UB y presidente de la Red Renta Básica, resolverá todas las dudas en el marco del XVIII Seminari de Pensament per la Pau de la Unipau, que este año lleva el título de ‘Treball remunerat: subsistència o vida’.
La entrevista para El Periódico la realizó Gemma Tramullas.
Afirma que con la renta básica seríamos más libres. ¿El dinero da la libertad?
Que se lo pregunten a un pobre.
Cierto.
Para los que venimos de la vieja tradición republicana, una persona no es libre si no tiene la existencia material garantizada. Por lo tanto, un pobre no es ni puede ser libre. Eso no quiere decir que solo con la renta básica seas libre, pero sí que es la condición para poderlo ser.
¿De qué sirve si tienes que invertirlo todo en el alquiler?
Evidentemente la renta básica no soluciona todos los problemas sociales. La vivienda es un problema social de primer orden y requiere políticas específicas.
Compara la renta básica con la abolición de la esclavitud o el sufragio universal. ¿Desde cuándo se habla de un ingreso universal?
El precedente histórico más famoso es la asignación única que defendía Thomas Payne a finales del siglo XVIII, pero la renta básica tal como la entendemos hoy en día, es decir, una asignación monetaria incondicional a toda la población, nació en 1986 con la asociación europea Red Renta Básica. Fue precisamente en Barcelona, en 2002, cuando la asociación pasó a ser mundial y a llamarse Basic Income Earth Network.
Martin Luther King también la defendía para abolir la pobreza, ¿no?
Ya me gustaría, pero no queda claro por sus discursos si se refería a una renta para pobres o a una renta básica para todo el mundo.
¿El proyecto piloto B-Mincome en Barcelona tiene que ver con la renta básica o solo con una renta mínima?
Es combinado. Uno de los cuatro grupos de control sí recibe una renta básica. Una de las cosas que me han sorprendido es que todos los experimentos que se están haciendo últimamente (en Barcelona, Namibia, Finlandia o India) constatan que la salud mental de la gente mejora.
Entonces la renta básica no nos haría más libres, sino más felices.
Más felices o al menos no tan desgraciados. Si te liberas de la lucha por la existencia y por un trabajo precario, la gente se ve capaz de hacer muchas más cosas.
Desde la derecha también se han hecho propuestas para una renta básica.
Sí y esto puede parecer extraño, pero el secreto está en la diferencia a la hora de financiarla. El proyecto de financiación que hemos hecho unos cuantos economistas de la Red Renta Básica es mediante una reforma fiscal y una gran redistribución de la renta del 20% de la población más rica al 80% restante, es decir, que ni tan siquiera hay creación de masa monetaria. La renta básica la recibiría todo el mundo, pero no todo el mundo saldría ganando.
¿Ah no?
No. Yo, por ejemplo, como profesor titular de una universidad pública, perdería un poco. Y si formara parte del 2% más rico de la población perdería mucho.
¿Por qué?
La idea sencilla, que luego se complica, es calcular cuánto ganas, restarle el 50% de IRPF y entonces añadirle la renta básica, que no está sujeta al IRPF. Haga números.
¿Y cuánto sería la renta básica?
A efectos prácticos serían como mínimo los 750 euros del umbral de la pobreza. De esta forma, quien más gana proporcionalmente es el que no tiene nada porque le entra una renta básica y no tiene que pagar IRPF.
No es extraño que no se haya aplicado aún…
¡Cuidado! En Alaska se aplica, aunque se financia de otra forma. Existe una fundación público-privada que una vez al año reparte los beneficios del petróleo entre la población. El año de la renta más alta fueron 2.000 dólares, lo que significa más de 10.000 dólares para una familia de cinco, aparte de lo que ganen. Allí todo el mundo está a favor de la renta básica, menos las petroleras.
¿Si aquí quisiéramos repartirnos los beneficios del turismo no generaría aún más presión turística y problemas medioambientales?
Dicho así, sí. Pero en el caso de Estados Unidos el gobernador que impulsó la renta básica, que no era de izquierdas, lo hizo precisamente para garantizar que las futuras generaciones pudieran seguir disfrutando de la naturaleza en Alaska.
¿Satisfecho con el resultado de las elecciones en Catalunya respecto a la renta básica?
Solo hay un partido que la defiende, la CUP, junto con la renta máxima. Y En Comú Podem y ERC están a favor de la renta garantizada de ciudadanía, esta porquería que tenemos en Catalunya, y quieren mejorarla solo faltaría, pero en cualquier caso hablan de avanzar hacia la renta básica. En este sentido, estamos mejor que hace un año.
¿Cómo funciona la renta máxima?
Significa que a partir de determinada cantidad no puedes ganar más y todo es para el estado. Esto se implantó entre los años 30 y 70 del siglo pasado en Estados Unidos, aunque no era exactamente un 100%, como quería Roosevelt, pero sí más del 90%.
Eso es casi confiscatorio.
Pues se aplicó en Estados Unidos, que es un país comunista como todo el mundo sabe… Las grandes fortunas son una amenaza para la libertad. Louis Brandeis, que fue juez adjunto del Tribunal Supremo de Estados Unidos en los años 20 y 30 decía que se pueden tener grandes riquezas y se puede tener democracia, pero las dos cosas a la vez no. Más claro el agua y no lo dijo precisamente un bolchevique.
* Daniel Raventós editor de Sin Permiso. Su último libro es «Renta Básica: ¿Por qué y para qué?” (Ed. Catarata, 2021)
Fuente: https://www.elperiodico.com/es/entre-todos/20210223/renta-basica-crisis-trabajo-pobreza-11526265