El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reunió este 19 de abril con el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, en el marco de su gira por algunos países de América Latina.
El canciller ruso llegó a la nación centroamericana tras haber sostenido encuentros de alto nivel con funcionarios de Brasil, Venezuela y Bolivia.
Nicaragua se ha manifestado en contra de que Estados Unidos y sus aliados de la Unión Europea (UE) pretendan aislar a Moscú mediante una política de sanciones económicas y comerciales.
En el aeropuerto, Lavrov fue recibido por su homólogo nicaragüense, Denis Moncada, y por el representante especial del presidente de Nicaragua para las Relaciones con Rusia, Laureano Ortega, informó la Cancillería rusa en redes sociales.
Más tarde, mantuvo una reunión con el presidente Daniel Ortega y con la vicepresidenta de este país, Rosario Murillo, para tratar temas de cooperación bilateral.
El jefe de la diplomacia rusa estará de gira diplomática por América Latina hasta el 21 de abril. Se espera que, después de reunirse con el Gobierno de Ortega, se dirija hacia Cuba, donde el presidente de la isla, Miguel Díaz-Canel, acaba de ser reelegido por la Asamblea Nacional.
En meses recientes, Moscú y Managua han fortalecido sus lazos comerciales ante el descontento de Washington, que ha implementado sanciones en contra de unas 500 personas cercanas al Gobierno de Daniel Ortega.
Sin embargo, el presidente nicaragüense ha dicho que defenderá la soberanía de su país frente a la hegemonía estadounidense en la región latinoamericana.
Según explicó el propio Lavrov en un comunicado, su gira por una parte de la región latinoamericana parte de la idea de que «el paisaje geopolítico que está cambiando rápidamente», algo que ofrece nuevas oportunidades para ampliar la cooperación «mutuamente ventajosa» entre Rusia y los países de América Latina, mismos que están jugando «un papel cada vez más visible en el mundo multipolar».
«Para nosotros, América Latina y el Caribe tienen su propio valor en el marco de nuestra política exterior. No queremos que su región se convierta en un campo de batalla entre las potencias», señaló el Canciller ruso.
«Nuestra cooperación con los latinoamericanos se basa en un enfoque desideologizado y pragmático y no se dirige contra nadie», dijo Lavrov.
«A diferencia de las antiguas metrópolis coloniales, no dividimos a los socios en nuestros y ajenos, no los ponemos ante una disyuntiva artificial: con nosotros o contra nosotros», añadió.