“Le pegué porque tenía dos sueldos”

 Después de dar el puñetazo al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el joven Andrés V. F. entró en combustión. Según fuentes policiales, el chico estaba eufórico. Fue reducido inmediatamente y metido en la inmobiliaria Pedrosa, un conocido establecimiento del centro de Pontevedra. Cuando salió se encontró con que una minoría le vitoreaba; los saludó sonriendo y levantando el pulgar como un héroe.

 

Eso, dicen los agentes, le convenció de que había hecho bien pegándole un puñetazo a Rajoy. Fue cuando dijo que estaba muy orgulloso de lo que había hecho y que “por supuesto” lo volvería a repetir.

Según los menores de su grupo de amigos de Whatsapp, Andrés V. F., conocido como Capi, les anunció que Rajoy estaba en la ciudad y que le iba a agredir. A partir de ese mensaje, los chicos empezaron a reírse y a responder: “Capi, mátalo. Los pulgares en los ojos y escúpele en las cuencas”.

Son whatsapps, dicen, en un contexto de broma porque a ninguno se le pasó por la cabeza que el chico le daría “una hostia” a Rajoy. Dicen que no estaban en la plaza de la Peregrina donde se produjo la agresión, así que no fueron los que aplaudieron cuando su amigo entró en el coche patrulla. Andrés V.F., de hecho, se hace un selfie, que cuelga en el grupo, y anuncia que ya está saliendo de casa a las 18.39 para ir al encuentro del presidente del Gobierno. Diez minutos después tuvo lugar el ataque a Rajoy. Los amigos del agresor dicen que se enteraron por las noticias.

Ya en comisaría Andrés V. F. tuvo varias conversaciones con los agentes. Un policía le preguntó por las razones de la agresión y si era consciente de lo que había hecho. La respuesta literal fue: “Le pegué porque tenía dos sueldos”. Al cabo de un rato otro agente volvió a la carga delante del padre del joven, empleado de la Cámara de Comercio, y su abogado. Le dijo que tenía que calmarse y pensar en la consecuencia de sus actos. Que sería para siempre el chico que agredió al presidente del Gobierno. Que si el día de mañana quería buscar trabajo tendría problemas para que lo contratasen debido al puñetazo que pudo ver toda España. En ese momento Andrés V. F bajó la cabeza; minutos después, sin embargo, mantenía de nuevo una actitud orgullosa y sonrió varias veces en dirección a su padre. Su madre se quedó en casa víctima de un ataque de ansiedad.

Quienes lo trataron en el momento posterior a la agresión dicen que el menor no tenía una conducta normal. Era consumidor de cánabis hasta hace dos meses y en la actualidad se encontraba en tratamiento con ansiolíticos. A primera hora de esta mañana fue trasladado por agentes de la Policía Nacional a un juzgado de menores donde se le está tomando declaración.

El PP ha explicado la supuesta relación de Mariano Rajoy con el agresor: la abuela del menor tenía parentesco con el padre de la esposa del presidente, Elvira Fernández, informa Javier Casqueiro. Los populares inciden en que se trata de un parentesco «no directo» y que ambos, la abuela del agresor y el suegro del presidente del Gobierno, ya han fallecido.

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