Como parte de su agenda contra el injerencismo, el Comandante Hugo Chávez promovió organismos de integración regional como la Unasur en 2008, y la Celac en 2010.
Ante las recientes amenazas de invasión y agresión por parte de Estados Unidos (EE.UU.) contra Venezuela, el legado antiinjerencista de Hugo Chávez sigue presente en la mayoría de los venezolanos que rechazan una intervención militar en la nación suramericana.
Desde su llegada a la presidencia de Venezuela en 1999, Hugo Chávez denunció en organismos internacionales los planes injerencistas de EE.UU. hacia América Latina.
Como parte de su agenda injerencista, el Comandante promovió organismos de integración regional como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en 2008, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), en 2010.
Hugo Chávez instó al pueblo de Venezuela y de América Latina ha rechazar la política injerencista de EEUU a través de su frase «¡Alca, Alca, al carajo!». En noviembre de 2005 el entonces mandatario venezolano llamó a rechazar la política económica diseñada en Washington.
El líder de la Revolución Bolivariana siempre subrayó la necesidad de avanzar en un nuevo camino alejado de las imposiciones estadounidenses, de ahí su interés en la creación de organismos integracionistas y de cooperación con los pueblos latinoamericanos y del mundo.
El Gobierno de Nicolás Maduro recogiendo el legado de Chávez ha denunciado ante la comunidad internacional las recientes agresiones de EEUU.
El presidente Maduro advirtió en días pasados que el Gobierno de Donald Trump no está interesado en el bienestar de las naciones latinoamericanas, sino en apropiarse del petróleo y oro venezolano.
Al igual que Chávez, Maduro ha contado con el apoyo popular para hacer frente al injerencismo de EEUU y sus aliados regionales que han impulsado una campaña internacional contra Venezuela.
A seis años de la partida física de Hugo Chávez, el legado de resistencia contra el injerencismo estadounidense sigue vigente en Venezuela y en los pueblos que luchan por su derecho a la autodeterminación.
Gracias al Comandante Chávez, en Venezuela, América Latina y el Caribe se hizo carne la idea de que los avances logrados en estos últimos veinte años son irreversibles y que cualquier pretensión de retornar al pasado tropezará con enormes resistencias populares.