Lo que se sabe sobre la masacre contra la familia LeBarón en México

Nueve personas fueron asesinadas sin que hasta el momento se haya podido establecer con precisión el móvil de la tragedia. Las autoridades mexicanas investigan a un detenido.

La masacre perpetrada por criminales contra mujeres y niños de una comunidad mormona del norte de México ha generado conmoción, tanto en territorio mexicano como estadounidense.

Autoridades y familiares han confirmado el asesinato de nueve personas, incluidos seis menores de edad y tres mujeres.

Sin embargo, todavía quedan algunas incógnitas sobre los hechos ocurridos el pasado 4 de noviembre. Aquí un resumen de lo que se sabe hasta el momento.

¿Cómo y dónde ocurrió el ataque?

Una caravana conformada por tres camionetas y tres familias salió desde el poblado de La Mora, municipio de Bavispe, Sonora, en la Sierra Tarahumara, con destino a la comunidad de LeBarón, en el municipio de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, en el límite entre ambos estados.

El primer ataque se perpetró alrededor de las 10:00 de la mañana, de acuerdo con Lenzo Widmar, familiar de las personas asesinadas. La versión oficial, dada a conocer por el Gobierno federal, establece un rango entre las 9:00 y 13:00 horas como el momento en que ocurrió la tragedia.

La masacre se perpetró en una brecha cerca de la comunidad de La Mora, en una carretera del municipio de Bavispe.

¿Quiénes eran las personas masacradas?

Las tres camionetas iban tripuladas por mujeres y niños de la comunidad mormona, quienes contaban con doble nacionalidad, mexicana y estadounidense.

El primer ataque ocurrió contra la camioneta marca Tahoe en la que viajaba una mujer, Ronitha LeBarón, junto a sus cuatro hijos menores de edad: Howard (12 años), Krystal (10 años) así como los bebés mellizos Titus y Tiana, de ocho meses de edad.

Se desconocen los detalles, pero se sabe que la familia fue atacada a tiros y, posteriormente, se incendió la camioneta en la que viajaban. Los cuerpos fueron encontrados calcinados e irreconocibles.

Más atrás, a una distancia aproximada de 18 kilómetros, viajaban dos camionetas blancas, marca Suburban.

En la segunda camioneta viajaba al volante Christina Langford, junto a su hija, Faith, una bebé de un año de edad. Cuando la mujer se percató que en el camino había humo y disparos, se bajó de la camioneta y alzó las manos, de acuerdo con el testimonio de uno de los niños sobrevivientes de la tragedia. Luego, un criminal le disparó casi a quemarropa. Su cadáver fue hallado a una distancia de 15 metros de la camioneta. La bebé fue rescatada ilesa en la parte posterior del vehículo, horas más tarde.

En la tercera camioneta viajaba Dawna Langford, junto con 9 de sus hijos. La mujer y dos de los menores (Rogan, de 3 años y Trevor, de 11 años) también fueron asesinados.

«Después de presenciar cómo mataron a tiros a su madre y sus hermanos, el hijo de Dawna, Devin, escondió a sus otros hermanos en los arbustos y los cubrió con ramas para mantenerlos a salvo mientras buscaba ayuda. Cuando tardó demasiado en regresar, su hermana de 9 años (McKenzie) dejó a los 5 restantes para volver a intentarlo. Devin llegó a La Mora a las 17:30, 6 horas después de la emboscada, dando las primeras noticias que alguien había escuchado sobre sus familias y las de Christina», explicó Julián LeBarón a través de un comunicado difundido en medios locales.

Tras llegar a La Mora, familiares de las víctimas tomaron algunas armas y se dirigieron al lugar del tiroteo, al que llegaron cerca de las 19:30 horas.

8 niños sobrevivientes

A pesar de que algunos reportes contabilizaban entre 6 y 8 niños sobrevivientes de la tragedia, un comunicado difundido por Julián LeBarón en medios mexicanos confirma que hay 8. De ellos, al menos 4 presentan lesiones por impactos de bala.

Los niños heridos de bala fueron trasladados en un helicóptero del Gobierno mexicano hasta un hospital de Phoenix, Arizona, EE.UU., donde reciben atención médica.

A través de un comunicado, Julián LeBarón detalló que fueron 8 los niños sobrevivientes:

  1. Faith Marie Johnson, de 7 meses de edad, hija de Christina. Fue encontrada ilesa en su asiento del auto y parecía haber sido puesta en el piso por su madre para tratar de protegerla.

El resto son todos hijos de Dawna:

  1. Kylie Evelyn Langford, 14 años. Herida con un disparo en el pie.
  2. Devin Blake Langford, 13 años. Ileso. Caminó más de 22 kilómetros hasta La Mora para buscar ayuda, después de ocultar a hermanos vivos en los arbustos.
  3. Mckenzie Rayne Langford, 9 años. Una bala rozó su brazo. Fue enviada por su hermana Kylie a pedir ayuda cuando Devin no regresó lo suficientemente pronto. Se perdió y caminó aproximadamente 16 kilómetros, durante aproximadamente 4 horas en la oscuridad, antes de ser encontrada por los grupos de búsqueda.
  4. Cody Greyson Langford, 8 años. Recibió un disparo en la mandíbula y la pierna. Su estado era delicado, pero finalmente se reporta como «no crítico».
  5. Jake Ryder Langford, 6 años. Sin lesiones.
  6. Xander Boe Langford, 4 años. Disparo en la espalda.
  7. Brixon Oliver Langford, 9 meses. Disparo en el pecho, herida abierta y bala en la muñeca.

Horas antes, las autoridades mexicanas habían reportado entre 7 y 8 menores con vida.

En un informe preliminar, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal, reportó 6 niños lesionados, una menor ilesa y una más que se encontraba desaparecida (McKenzie, quien ya fue hallada). De este modo, el reporte indicaría al menos 8 sobrevivientes de la tragedia.

Por su parte, la Fiscalía General de Sonora reportó 7 niños rescatados. Hasta el momento no se ha precisado cuántos niños sobrevivieron a la masacre.

Detenido y sospechoso

La Fiscalía de Sonora informó que en el lugar de la masacre se recolectaron más de 200 casquillos de bala calibre .223 y 7 milímetros.

Posteriormente, las autoridades estatales y federales desplegaron un operativo en la zona.

La Fiscalía estatal informó que en la localidad de Agua Prieta, Sonora, fueron rescatadas dos víctimas que habían sido secuestradas, y que se encontraban amordazadas y atadas en una camioneta tipo Pick-up color blanco. También detuvieron a una persona en posesión de dos armas largas calibre .223 milímetros, un arma larga calibre .308 y un rifle largo tipo Barret calibre 50.

«Se analiza la posibilidad de que esta persona detenida haya tenido participación en estos lamentables hechos», señaló la Fiscalía estatal en alusión a la masacre de las familias mormonas.

Asimismo, se aseguraron dos vehículos: uno color blanco, modelo Dodge RAM 2019, con reporte de robo en Phoenix, Arizona, y uno de la marca GMC Yukón, 2011. Uno de los autos estaba blindado.

¿Quién perpetró la masacre?

De acuerdo con las primeras versiones del Gobierno mexicano, el móvil del ataque pudo haber sido producto de una confusión entre las organizaciones criminales que se disputan el control de la zona entre Chihuahua y Sonora.

Desde la Fiscalía de Chihuahua especularon con que Los Jaguares, una facción del Cartel de Sinaloa, habrían perpetrado esa masacre.

El procurador, César Augusto Peniche, destacó que ese colectivo tiene «amplio dominio» en la zona de Agua Prieta próxima al lugar de la matanza —donde traficaría con droga y trasladaría a migrantes— que se disputaría con los carteles de La Línea o Jalisco Nueva Generación.

En entrevista con diversos medios mexicanos, el activista Julián LeBarón, integrante de la familia masacrada, dijo desconocer los motivos detrás de los ataques.

«No sabemos cuál es la razón para agredir a estas mujeres, no sabemos quién fue porque en la sierra hay muchos sicarios», dijo Julián LeBarón a Noticieros Televisa.

«No se puede entender quién ataca en incidentes separados a mujeres y niños», agregó.

¿Quiénes son los LeBarón?

La familia LeBarón, conformada por más de 5.000 personas, es parte de la comunidad mormona asentada en el norte de México, en la zona fronteriza con EE.UU.

Cobró notoriedad en 2009, luego de que Julián LeBarón se convirtiera en activista tras el secuestro y asesinato de su hermano Benjamín. Más tarde, con el rapto de su hermano Eric, la familia se negó a pagar el rescate al crimen organizado.

Eric fue liberado ocho días después de que miembros de la comunidad viajaran a la capital del estado, Chihuahua, para exigir que el Gobierno atrapara a los secuestradores.

Desde entonces, Julián LeBarón se adhirió al movimiento de víctimas de la violencia, encabezado por el poeta Javier Sicilia. Posteriormente, también participó en acciones para exigir la liberación de José Manuel Mireles, líder de las autodefensas de Michoacán, quien fue encarcelado por el Gobierno del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, en 2014.

La familia LeBarón se dedica a actividades como la agricultura, el comercio y la ganadería.

El clan llegó a México luego de que Alma Dayer LeBaron, perteneciente a una rama de la Iglesia protestante, el Movimiento de los Santos de los Últimos Días, también conocido como mormonismo, se negó a dejar la poligamia y migró al país latinoamericano para fundar una colonia en 1942, en lo que hoy se conoce como la colonia LeBarón, ubicada en el municipio de Galeana, en el noreste de Chihuahua.

Reacción de EE.UU. y México

A raíz del ataque, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ofreció al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, apoyo armado para librar una «guerra» y desaparecer a los cárteles de la droga.

Por su parte, López Obrador agradeció el ofrecimiento y señaló que su Administración se encargaría de investigar los hechos y dar con los responsables de la masacre.

Asimismo, la cancillería mexicana informó que se puso en contacto con la Embajada de EE.UU. en México para atender a las víctimas de la violencia.

No obstante, más temprano durante su habitual conferencia matutina, López Obrador recalcó que su país no necesita «la intervención de gobiernos extranjeros«, en referencia a la ayuda ofrecida por el mandatario estadounidense.

«Somos un país libre y soberano, entonces no puede intervenir otro gobierno en nuestro territorio si no existe un acuerdo de cooperación, y desde luego la solicitud expresa de nuestro Gobierno», dijo.

«Un proceso histórico»

Al comparecer este martes ante el Senado mexicano por el fallido operativo contra Ovidio Guzmán López, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) del Gobierno de México, Alfonso Durazo, refirió que el problema de la inseguridad tiene una connotación histórica.

Al ser cuestionado por legisladores de diversos grupos parlamentarios sobre las estrategias puestas en marcha para recuperar la paz en México, así como los resultados obtenidos hasta ahora, Durazo aseguró que la estrategia emprendida por la actual Administración avanza correctamente. «No se puede olvidar que el proceso de inseguridad es histórico y que fue producto de procesos muy largos y no vamos a revertir esas inercias de un día para otro», expresó.

Durazo destacó que en la población de Galeana, comunidad en la que está asentada la familia LeBarón, solo están desplegados 18 elementos de la Policía Federal. Por eso, indicó que ase analizará la presencia de fuerzas policiales en la región, «donde se han movido bandas del crimen organizado sin restricción».

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