Dieciséis senadores de la oposición presentaron una demanda contra el mandatario ante el Instituto Nacional Electoral por la megamarcha que encabezó hace unos días.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, restó importancia a la demanda que presentaron el jueves dieciséis senadores de la oposición ante el Instituto Nacional Electoral (INE) por la megamarcha que encabezó el pasado 27 de noviembre.
Durante su habitual conferencia matutina de este viernes, el presidente destacó que será la Fiscalía Especializada en Materia de Delitos Electorales (FISEL) quien tenga la última palabra.
«Adelante con todas las denuncias y que la Fiscalía resuelva lo que considere», indicó el mandatario, quien invitó a la ciudadanía a seguir participando en la vida política para que se siga «empoderando».
Además, López Obrador cuestionó la posición de sus adversarios: «Es una oposición que no ha podido levantar el vuelo, porque no defienden causas justas», aseguró.
«No hacen más que denunciar, criticar, cuestionar, insultar, pero no hay imaginación, no hay talento. Como no tienen convicciones, porque para hacer política se necesita tenerle amor al pueblo y ellos son simuladores. Por eso no han podido, nos acusan de todo», añadió.
Respecto a la denuncia, el mandatario aseguró que no está preocupado por las acusaciones e instó a sus oponentes a respaldar sus afirmaciones con pruebas sustanciales. «Yo tengo el tribunal de mi conciencia, que es el que me preocupa. Si hace uno algo malo, y si se tiene conciencia, no puede uno estar tranquilo», indicó el presidente.
El presidente López Obrador "retó" a la oposición a presentar pruebas e interponer denuncias de presunto acarreo durante la marcha del pasado domingo.
Acusó a la oposición de no poder "levantar el vuelo" y de no defender "causas justas".
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— Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga) December 2, 2022
Sobre la multitudinaria manifestación del pasado domingo, López Obrador señaló que fue un evento excepcional para mostrar y luchar contra la manipulación informativa que se vive, sobre todo, en Ciudad de México, donde considera que todos los medios de comunicación están en contra de su Gobierno.
«Se había llegado al extremo en la Ciudad de México, no en toda la ciudad pero en algunas zonas, de poner en las casas mantas o carteles diciendo: ‘El INE no se toca‘, sin haber leído la iniciativa de reforma constitucional», añadió el presidente.
La denuncia de la oposición
La tarde del jueves, el Instituto Nacional Electoral (INE) recibió una denuncia contra López Obrador por el presunto uso de recursos públicos con fines electorales en la marcha que encabezó el pasado domingo.
El recurso fue interpuesto por la senadora de oposición, Kenia López Rabadán, quien junto con otros 15 legisladores de los partidos Acción Nacional (PAN), Revolucionario Institucional (PRI) y Revolución Democrática (PRD) acusaron al Gobierno federal de utilizar dinero público para promover la marcha, pagando el traslado de personas y cubriendo sus gastos de alimentación, así como de sobornar a ciudadanos para que asistieran al evento.
Los querellantes sostienen que varios trabajadores del sector público y sindicatos, además de algunos beneficiarios de programas sociales, habrían sido presionados para participar en la marcha, bajo amenazas de que serían despedidos o perderían sus apoyos si no lo hacían.
Además de denunciar al presidente, los senadores también acusaron al partido Morena, al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, al canciller Marcelo Ebrard y a la gobernadora de la capital del país, Claudia Sheinbaum, de cometer «diversas ilegalidades desplegadas con motivo de la marcha».