El gobierno de Estados Unidos realizó desesperados intentos por desacreditar al Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, a su familia durante el periodo previo a las elecciones de 2006, reviviendo métodos que no le habían funcionado durante los cruentos años 80 del siglo pasado.
Las patrañas que el ex embajador Paul Trivelli recopiló con sus aliados locales, giraban en torno a incidir sembrar en los votantes la idea de que el sandinismo no merecía estar en el poder.
Ahora, lo que intentan retomar en contra del Gobierno de Nicaragua, organismos americanos como su contraparte en Nicaragua, es un documento denominado “Los más Buscados de Nicaragua” que circuló en 2006, que parecen estar reeditando en la fase previa a las elecciones de 2016.
Denigrar y desacreditar
El objetivo es el mismo: denigrar y desacreditar, no sólo al presidente de la República Daniel Ortega, sino también a su familia y a toda la organización nacional del FSLN.
Los protagonistas del lado gringo son los mismos: la Embajada Americana en Managua, Secretaría de Estado en Washington, Departamento para Asuntos del Hemisferio Occidental Colectivo Centroamericano, Agencia de Inteligencia de Defensa, Central de Inteligencia Americana (CIA) y el Consejo Nacional de Seguridad (NSC).
En tanto en Nicaragua, quienes hacen eco de las orientaciones de estos organismos americanos, prácticamente son también los mismos actores, aunque se les han unido uno que otro oportunista. Los une la esperanza de que si no pueden ganar el poder vía elecciones, alcanzarán su objetivo de cualquier forma.
El trillado Trivelli
Volviendo al documento, uno de los más trillados ejes de ataque son los años 80, y la misión es que se bombardee tanto fuera como dentro del país, los “abusos desenfrenados a los derechos humanos por parte del FSLN, incluyendo tortura, desapariciones y homicidios “, misma letanía que vienen haciendo desde esa década hasta la actualidad, sin ningún resultado beneficioso para sus promotores.
En 2006, el entonces embajador norteamericano Trivelli recomendó nuevamente recurrir a la denuncia de presos políticos que habrían sido torturados en prisiones y campos de concentración distribuidos en todo el país, mismos que señalan haber estado a cargo de un Directorio de la Seguridad del Estado.
Toda esta orquestada conspiración también quiso revivir ante la población situaciones preconcebidas sobre conjeturales asesinatos de cientos de misquitos en la Costa Atlántica, y la reclusión de miles más en campos de concentración en 1981 y 1982.
Añoranza del somocismo
Trivelli y sus aliados nicas llegaron a exponer en 2006 que durante el gobierno de Anastasio Somoza Debayle todo fue mejor que en los años 80 de la revolución sandinista, ocultando el bloqueo, los asesinatos masivos y los daños a la economía causados por el gobierno norteamericano y sus “contras”.
Otro aspecto que utilizaron los organismos norteamericanos –y que podrían volver a usar–, es que a su criterio a partir de los 90 se iniciaron una serie de progresos en el país, pero que con la llegada del FSLN al poder y su mala administración, este progreso prácticamente desapareció.
El tema de la libertad de expresión y la censura a La Prensa (igual, omiten que eso ocurrió en medio de una sangrienta confrontación militar creada por ellos mismos: EU y aliados locales), fue también sugerido por Trivelli.
Parte del documento original en inglés en el PDF: