El nuevo presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, ha sido el representante del Gobierno en todos los diálogos encabezados con la oposición desde 2016.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, invitó este miércoles a la oposición del país a «convivir» con el Gobierno, abandonar la «confrontación estéril» y encontrar «los puntos de encuentro» a través del diálogo nacional.
«El camino correcto es el camino del diálogo, de la búsqueda de acuerdos y soluciones. Si algo hemos aprendido es que debemos convivir, dejar la confrontación estéril a un lado, hablar el lenguaje de los venezolanos», manifestó Maduro tras recibir la notificación oficial sobre la instalación del Parlamento venezolano para el periodo 2021-2026.
Para Maduro, todos los sectores políticos de Venezuela deben «encontrar los puntos de encuentro en medio de la confrontación democrática, pacífica, constitucional y cívica», y rechazar la imposición de sanciones contra el país por parte de EE.UU.
«Aquí estaré como presidente, listo para el trabajo en cooperación, el debate. Las relaciones entre Legislativo y Ejecutivo no están exceptas de tensiones, bienvenidas las tensiones, las diferencias si vienen, pero bienvenido sobre todo el diálogo, el entendimiento, el acuerdo, hay un país observando a la nueva Asamblea Nacional (AN).
Comisión especial para el diálogo
Jorge Rodríguez, nuevo presidente de la AN, aseguró durante el acto que «pronto saldrá una comisión» del Parlamento con el fin de «proponer el gran diálogo nacional para la paz, para la consolidación de los ideales y la vida republicana, para ir al Parlamento comunal».
Rodríguez, que desde el año 2016 ha sido el encargado de liderar los diálogos de paz en nombre del Gobierno, aseguró que la nueva AN no volverá a ser usada para «atacar y violar la Constitución». «Venezuela cuenta con un Parlamento sólido que cumplirá su función legislativa y controladora y acompañará al pueblo en sus luchas y búsqueda de futuro», agregó.
Figura clave
En mayo del 2019, Rodríguez viajó a Oslo, capital de Noruega, en representación del Gobierno, para sostener encuentros con voceros de la oposición radical, vinculada a Juan Guaidó, y avanzar en un gran diálogo nacional. Las negociaciones entraron en crisis en agosto, después de que Washington impusiera nuevas sanciones contra Venezuela.
El 17 de septiembre del 2019, el Ejecutivo venezolano anunció un diálogo alternativo, también presidido por Rodríguez, con los partidos políticos Movimiento al Socialismo, Avanzada Progresista, Soluciones y Cambiemos, considerados como «la oposición moderada».
Entre los primeros acuerdos estuvo el otorgamiento de medidas sustitutivas para varios privados de libertad vinculados con la oposición y las discusiones que finalizaron con la conformación de la nueva junta directiva del Consejo Electoral (CNE), más una amplia cantidad de garantías para las elecciones del pasado 6 de diciembre. Este diálogo fue criticado por los sectores más radicales de la oposición venezolana, que tildaron a los participantes de «traidores» y «colaboracionistas».
Gobierno y la oposición radical habían celebrado otras rondas de diálogo en la República Dominicana entre septiembre de 2017 y febrero de 2018, pero cuando todo estaba listo para firmar un acuerdo, los opositores se desmarcaron al considerar insuficientes las garantías dadas para las elecciones presidenciales del 2018.
Tras retirarse, la oposición presentó otro texto, que fue rechazado por el Gobierno venezolano, por lo que el diálogo —que contó con el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero como facilitador— entró en un «receso indefinido».
El pasado 9 de diciembre, Maduro le ratificó públicamente al Gobierno de Noruega su disposición para atender sus próximas convocatorias a dialogar con el fin de «avanzar en una ruta pacífica y democrática para Venezuela».
Noruega —que no forma parte de la Unión Europea— no reconoció a Guaidó como «presidente interino» cuando este se autoproclamó en 2019 e insistió en la necesidad de dialogar