A su regreso al país, el líder opositor promueve una huelga «escalonada» en los gremios sindicales de Venezuela.
El presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, desestimó este miércoles el llamado a una huelga sindical que hizo el martes el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, autojuramentado como «mandatario legítimo» del país suramericano.
«El poder de la clase obrera es demoledor. Si nos buscan por ahí, prepárense para una gran derrota; prepárense para que los vapuleemos con la clase obrera«, dijo este miércoles Maduro durante un acto con trabajadores siderúrgicos en el estado Bolívar, al oriente de Venezuela.
Tras reunirse con gremios sindicales en Caracas, el diputado Guaidó informó que el Parlamento iniciará reuniones con los trabajadores del sector público para activar un «paro escalonado» en cada «ministerio, instituto o empresa del Estado».
En respuesta, Maduro lamentó que sectores extremistas de la oposición venezolana, a su juicio, no conozcan a «la clase obrera del socialismo siglo XXI», y llamó a los trabajadores a elevar el nivel de educación para fortalecer «la conciencia» en «defensa de la patria».
Frente al llamado de Guaidó de una «huelga sindical», el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público, Franklin Rondón, sostuvo que más del 80% de los empleados públicos de Venezuela reconocen al Gobierno constitucional del presidente Maduro, por lo que no acatarán «el llamado irresponsable a la paralizaciónde los servicios públicos», reseñó AVN.
El anuncio de Guaidó y la respuesta de Maduro se producen a tres días de la convocatoria a dos marchas, una llamada por el chavismo y otra por la oposición, en un nuevo pulseo político de movilización de fuerzas, tras el fallido intento el pasado 23 de febrero de ingresar a la fuerza en Venezuela un lote de «ayuda humanitaria» desde Colombia, por órdenes del diputado opositor.