Comprometedoras revelaciones podrían salir a flote sobre Donald Trump, cuando su exabogado Michael Cohen testifique hoy en la segunda de tres comparecencias en el Congreso de Estados Unidos.
Está previsto que Cohen presente su testimonio público ante el Comité de Reforma y Supervisión de la Cámara de Representantes, y un día después, similar ejercicio, pero a puerta cerrada en el Comité de Inteligencia de la propia instancia legislativa.
El exabogado personal de Trump está preparado para una sesión de 60 minutos, todo mientras su exjefe lo mira desde Vietnam, adonde viajó a la cumbre con el líder norcoreano Kim Jong Un, destacó el diario The Hill.
Para algunos observadores, Cohen cuenta con cartas bajo la manga en cuanto a mentiras, trampas y racismo del ahora ocupante de la Oficina Oval.
Sin embargo, cuántos detalles ofrecerá y qué documentación proporcionará para respaldar sus alegaciones es el misterio, comentó el propio rotativo, especializado en temas del Capitolio.
El exallegado de Trump se declaró culpable el año pasado de fraude bancario, fraude fiscal y pagos para silenciar a la estrella de cine para adultos, Stormy Daniels y a la modelo de Playboy, Karen McDougal, quienes aseguran haber tenido amoríos con el actual mandatario.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, tildó de risible que se escuche la palabra de ‘un mentiroso condenado como Cohen’ y que resulta hasta ‘patético’ verlo de nuevo difundiendo sus embustes.
Ayer un panel de cinco jueces determinó que Cohen, cuyas declaraciones testimoniales concluyen mañana, debe ser inhabilitado tras la condena federal en su contra por perjurio al Congreso.
De hecho, el imputado reconoció haber faltado a la verdad sobre su papel en una propuesta de negocios de Trump en Moscú durante las elecciones de 2016 (Trump Tower), y accedió a cooperar en la investigación del abogado especial Robert Mueller sobre la supuesta interferencia de Rusia en esos comicios.
Según los informes, Cohen deberá presentarse en prisión para el cumplimiento de una sentencia de tres años a partir del 6 de mayo.
Lo cierto es que los demócratas de la Cámara Baja ya comenzaron a afilar sus cuchillos para examinar las finanzas y los negocios de Trump, y el testimonio de su exabogado personal podría ofrecerles nuevas municiones. Nada bueno, cuando además las conclusiones de Mueller están por llegar.