* “Lo que está sucediendo ahora en el frente es algo que no se leerá en las noticias». «La población está muy tranquila con las declaraciones de que hoy o mañana habrá victoria. No sucederá hoy, ni mañana ni, lamentablemente, dentro de un año», dijo funcionaria militar.
Durante una entrevista con medios ucranianos, la jefa del servicio médico de la unidad nacionalista «Lobos de Da Vinci» de las Fuerzas Armadas del Gobierno de Kiev, Alina Mijáilova, reconoció la difícil situación que se vive en el frente de batalla.
«Estamos sufriendo grandes pérdidas. Lo que está sucediendo ahora en el frente es algo que no se leerá en las noticias», sentenció la funcionaria militar.
Mijáilova añadió que por primera vez en su vida estaba dispuesta a dejarlo absolutamente todo y a hablar con cualquiera para que su batallón sobreviviera. También admitió que no hay perspectivas de una victoria ucraniana en un futuro próximo.
«La población está muy tranquila con las declaraciones de que hoy o mañana habrá victoria. No sucederá hoy, ni mañana ni, lamentablemente, dentro de un año», concluyó.
Durante su participación en la sesión plenaria del VIII Foro Económico Oriental, este 12 de septiembre, el presidente ruso, Vladímir Putin, indicó que la contraofensiva ucraniana no logró sus objetivos, pero sí se produjeron pérdidas que ascienden a 71.500 efectivos de su lado.
«Ucrania está llevando a cabo la llamada contraofensiva. Pero no hay resultados. (…) Hay grandes pérdidas. Desde el inicio de la contraofensiva las bajas ascienden a 71.500», afirmó el mandatario.
En sus palabras, un total de 543 tanques y 18.000 vehículos blindados de distintas clases de las Fuerzas Armadas de Ucrania han sido destruidos durante la operación militar especial rusa.
En cuanto a la posibilidad de poner fin a las hostilidades, indicó que su país no puede hacerlo mientras Ucrania siga con su contraofensiva.
El Kremlin lanzó su operación militar especial en Ucrania en respuesta a la solicitud de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, para que se les preste ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.
Según Putin, la contraofensiva ucraniana, que comenzó el 4 de junio, no se estancó, sino que fracasó.