Jemina Pierre | Alianza Negra por la Paz
* «Los haitianos conocemos claramente la hipocresía de los gobiernos de Estados Unidos y de la UE».
Mi nombre es Jemima Pierre, soy la coordinadora para Haití/Américas de la Alianza Negra por la Paz (BAP por sus siglas en inglés). Yo también tengo el honor de unirme a mi colega, Margaret Kimberley, y a este grupo de solidaridad internacional en apoyo a la continua lucha del pueblo nicaragüense por la autodeterminación.
También hablo como una persona nacida y criada en Haití, un país afectado por los más de 218 años de continua agresión estadounidense, canadiense y europea. A lo largo de los años, hemos visto cómo se ha utilizado a Haití como campo de pruebas para las maniobras imperiales occidentales.
En la última década, en particular, el gobierno de Estados Unidos, junto con la Organización de Estados Americanos, ha intentado destruir el naciente movimiento revolucionario de Haití que surgió tras la dictadura de Duvalier. En el proceso, han dado golpes políticos y electorales en Haití, instalando un títere impopular tras otro.
Así que los haitianos conocemos claramente la hipocresía de los gobiernos de Estados Unidos y de la UE al intentar denunciar los procesos democráticos de Nicaragua. Sólo tenemos que señalar lo que EEUU y la OEA han hecho, con éxito, en Haití, y es: destruir su democracia y subvertir su lucha por la autodeterminación.
No podemos permitir que esto ocurra en el resto de la región.
Para el BAP, Haití es el terreno real y simbólico en el que se está librando de nuevo la resistencia para liberar el territorio del control extranjero y servir de espacio estratégico para apoyar la lucha anticolonial aún no realizada del Caribe y de la región de las Américas en general.
Los pueblos negros, morenos y colonizados de las Américas han sido víctimas constantes de los Estados Unidos y de Occidente, de los esfuerzos por sabotear las democracias socialistas, por frustrar cualquier esfuerzo progresista y por suprimir la voluntad de las masas populares. Esto es cierto desde Colombia hasta Haití, desde Honduras hasta Brasil, desde Cuba hasta Venezuela, desde Grenada hasta Nicaragua.
Nosotros, la Alianza Negra por la Paz, somos revolucionarios africanos comprometidos con los Derechos Humanos Centrados en el Pueblo (DCHP), que centran la autodeterminación, la justicia social y el socialismo. Nuestro apoyo a Nicaragua y a otros países que luchan por mantener la soberanía, no es sólo una cuestión de solidaridad sino también de lucha común.
Por eso saludamos al pueblo de Nicaragua. Y vemos la victoria entusiasta de la revolución sandinista como un modelo y una esperanza. Es una revolución que prometemos seguir defendiendo.
¡Poder al pueblo nicaragüense! ¡Viva la Revolución!