* La revista Foreign Policy considera que un ataque con misiles rusos Oréshnik contra bases aéreas y puntos de control de los países de la Alianza, podría mermar su capacidad para el combate.
El misil hipersónico ruso Oréshnik supone un nuevo peligro para la OTAN debido a su capacidad de destruir importante infraestructura militar de la Alianza, y por lo tanto de perjudicar su capacidad para el combate en un posible conflicto armado contra Rusia, afirma la revista estadounidense Foreign Policy.
El medio señala que la mayoría de los medios de comunicación y analistas llamaron la atención sobre la capacidad del Oréshnik para transportar carga nuclear, pero poco se ha comentado sobre las capacidades convencionales del misil, que incluso en su configuración no nuclear es capaz de infligir daños significativos. El Oréshnik puede transportar seis ojivas con seis submuniciones cada una (36 en total), que se dispersan sobre una amplia zona, según muestran vídeos.
Esta característica le da al Oréshnik una ventaja sobre otros misiles rusos, como el Iskander. Además, tiene mayor precisión, es capaz de alcanzar una zona extensa y puede eludir los sistemas de defensa antiaérea, escribe Foreign Policy. Este tipo de misil es eficaz para atacar objetivos densos, como bases aéreas o militares y almacenes, donde sus submuniciones convencionales podrían causar daños significativos.
Amenaza para la OTAN
El medio estadounidense sugiere que el uso del Oréshnik podría evitar la necesidad de emplear armas nucleares en caso de un conflicto entre Rusia y la OTAN, ya que un ataque de estos misiles rusos contra bases aéreas y otras instalaciones estratégicas de la Alianza en los primeros días de un conflicto, podría destruir o disminuir la capacidad de respuesta de la OTAN. Esto se debe a que los aviones de combate más avanzados del bloque, en particular los F-35, son demasiado difíciles de reparar y están estacionados en unas pocas bases importantes, lo que los hace vulnerables a los Oréshnik.
Así, el medio señala que los Oréshnik podrían suponer un serio desafío para la OTAN, por lo que el bloque debe empezar a prepararse para ello dispersando sus aviones y aprendiendo a repararlos sobre el terreno. Esto requiere una inversión significativa y la formación y entrenamiento de personal capaz de manejar esos complejos cazas.
El Oréshnik se utilizó en la operación especial en Ucrania en noviembre del 2024. El novedoso misil tiene una velocidad de hasta Mach 10, es decir, casi 3 kilómetros por segundo.