El baloncesto femenino enlaza cinco medallas, algo que ninguna selección española había conseguido en un deporte de equipo olímpico
La España de Gasol, nueve medallas en 11 torneos, falló en 2010 y 2014
España, un ciclón hacia su tercer Eurobasket
El imaginario español las tomará como merecida referencia. Ese grupo de mujeres comandado desde la pista por Alba Torrens, y que instruye desde el banquillo Lucas Mondelo, logró en el Eurobasket de la República Checa lo nunca visto en este país en un deporte de equipo olímpico: cinco medallas consecutivas. Del ciclo que comenzó a intuirse con aquellos 28 puntos de Nieves Anula que propiciaron el bronce en el Eurobasket de 2001 -ocho años después del triunfo iniciático en el Europeo de 1993 en Perugia- se ha pasado a una racha ya intachable. Entre 2013 y 2017 las españolas ya no se han bajado del podio, con dos oros y un bronce europeos, a los que habría que añadirles dos platas, la del Mundial de 2014 y la de los Juegos de Río.
Cierto, si bien el baloncesto femenino ha conquistado 12 medallas en los últimos 25 años, el masculino ha logrado los mismos metales entre 1999 y 2016. La generación dorada del baloncesto masculino español, de hecho, se ha subido al podio en nueve de los últimos 11 torneos. Sin embargo, al contrario del conjunto de Lucas Mondelo, nunca pudo enlazar más de cuatro metales consecutivos.
Teodosic, ante la impotencia de Garbajosa, lo impidió en el Mundial de 2010 en Estambul. Hubiera sido la quinta medalla seguida. Después, acumularía un oro en el Europeo de 2011, una plata en los Juegos de Londres de 2012 y otro bronce en el Eurobasket de 2013. Pero la racha volvió a quebrarse, esta vez en casa. El equipo entonces entrenado por Juan Antonio Orenga vivió la peor decepción de las dos últimas décadas al estrellarse contra Francia en cuartos de final. Un trompazo del que, una vez más, logró reponerse España con el triunfo en el Eurobasket de 2015, con Pau Gasol cobrándose la venganza frente a los galos, y el bronce en los pasados Juegos de Río.
El waterpolo masculino enhebró cuatro metales
Puestos a buscar una racha similar a la del baloncesto femenino español habría que acudir a un equipo de leyenda. En este caso, un combinado extremista como fue el de waterpolo masculino que lideraba Manel Estiarte. En la memoria, nombres como el del fallecido portero Jesús Rollán, Miki Oca -actual seleccionador femenino-, Jordi Sans, Pedro Toto García o Salvador Chava Gómez. Entre 1991 y 1998 aquel grupo de hombres que exploró -y también pagó- los límites de la competitividad conquistó seis medallas entre 1991 y 1998, con la plata en Barcelona 92 y el ansiado oro en los Juegos de 1996 como atalayas. El ciclo, iniciado con la plata en el Mundial de Perth de 1991 y que quedó enlazado con tres medallas más, se interrumpió en el Europeo de 1995 en Viena, donde España fue quinta. La resaca, sin embargo, trajo el oro de Atlanta y, ya en 1998, el triunfo con aroma a despedida del Mundial de Perth. El círculo se cerraba.
El combinado femenino de waterpolo, mientras, también tuvo su momento al conseguir tres medallas seguidas. Aquella selección de la que ya no forma parte Jennifer Pareja y que logró, por sorpresa, la plata en los Juegos de Londres de 2012, enlazó tres metales seguidos. En 2013 llegaría el oro en el Mundial de Barcelona, mientras que un año después, con el triunfo en el Europeo de Budapest, el equipo de Miki Oca cerró el capítulo.
Tres veces se subieron también al podio de manera consecutiva los componentes de la selección española de hockey sobre hierba entre 2006 y 2008, con un bronce en el Mundial de Mönchengladbach, un segundo puesto en el Europeo de Manchester y la plata de los Juegos de Pekín.
Bien es conocida la triple corona de la selección masculina de fútbol entre 2008 y 2012. Mientras que el balonmano masculino, pese a sus 12 medallas en las dos últimas décadas, nunca pudo enlazar más de dos seguidas.
Fuente: El Mundo