* Nexos con el MRS, CENIDH, ANPDH, la Iglesia Católica, La Prensa, Radio Corporación, y otra gente que le daba dinero con la esperanza de que consolidara el ejército antisandinista que decía tener.
El intento de golpe de Estado de 2018, por parte del MRS, la Iglesia Católica, un sector empresarial, el MRS y ONG de “derechos humanos” como el CENIDH y la ANPDH, se vislumbraba desde años atrás, cuando dirigentes de los entes arriba señalados buscaron contactos con grupos delincuenciales armados a través del narco-estafador Gerardo Sánchez, quien opera desde Costa Rica tratando de reclutar a los golpistas que huyeron a ese país.
En efecto, hubo emisarios del MRS, de la Iglesia Católica y de los “derechos humanos” que se acercaron al narco-estafador Sánchez para ayudarlo a conformar el presunto ejército de desafectos al sandinismo que éste estaba armando para destruir al FSLN, a su militancia y al gobierno del comandante Daniel Ortega.
La Coordinadora Guerrillera Nicaragüense (CGN), a cuya cabeza estaba el narco-estafador Gerardo Sánchez, tuvo acercamientos con elementos del MRS y organismos de “derechos humanos” como el CENIDH y ANPDH, los que propiciaron la relación con los antisociales que operaban en zonas fronterizas montañosas.
La CGN, operada por el narco-estafador Sánchez, logró atraer con fantasiosas publicaciones a muchos opositores antisandinistas, los que incluso les entregaron donaciones para las actividades del presunto ejército libertador que amenazaba no dejar sandinista con cabeza desde 2012.
El diario golpista La Prensa llegó incluso a convertirse en vocero oficioso de la Coordinadora Guerrillera, al punto de que una de sus periodistas fue asignada para cubrir a Sánchez, al igual que reporteros de algunas radioemisoras ultraderechistas.
Desde que se acercaron a los supuestos “guerrilleros”, que en realidad operaban desde una laptop que ocupaban para estafar a los furibundos enemigos del gobierno sandinista, estaba claro de que los del MRS tenían intenciones de ensangrentar al país. Nunca les importaron las muertes, lo único que les interesaba era llegar al poder al precio que fuera. No lo lograron y algunos cabecillas guardan prisión tras fracasar en su aventura armada de 2018.
A finales de 2016, la entonces presidenta del MRS, Ana Margarita Vijil Gurdián, se exhibió en Facebook estampando un “me gusta” en la cuenta del jefe de una banda de abigeos, Enrique Aguinaga, alias “Invisible”, quien posteriormente murió durante un enfrentamiento con efectivos del Ejército. Este sujeto también era promocionado por el narco-estafador Gerardo Sánchez.
Alias “Invisible” gustaba de subir videos a internet en los que, sonriente y exhibiendo fusiles AK junto a varios miembros de su banda, amenazaba con devastar al país si el actual presidente Daniel Ortega no abandonaba el mandato que el pueblo le dio.
A sus bravuconadas se les dio tanta credibilidad por parte de la oposición, que su muerte causó enorme pesadumbre entre sus seguidores de la derecha. Medios como La Prensa, Radio Corporación e incluso el gringo The New York Times, intentaron desesperadamente hacer aparecer a Aguinaga como el comandante de los “rearmados”.
Ni Gerardo Sánchez ni el “Invisible” lograron llevar a cabo el exterminio de sandinistas que prometieron, sin embargo, el MRS, ONG opositoras y empresarios que llegaron a poner sus esperanzas en una nueva guerra sangrienta, levantaron la bandera de los abigeos, asaltantes y violadores del campo para sumir en el caos a Nicaragua, lo que intentaron violentamente en 2018.
Como preludio de lo que ocurriría en Nicaragua en 2018, seis años antes, tras ser elegida presidenta del MRS, Vijil Gurdián sostenía antes de las elecciones municipales y regionales que el MRS nada tenía que hablar ni negociar con el FSLN, “y los vamos a acorralar, porque los vamos a acorralar…”. Ella guarda prisión y el sandinismo arranca un nuevo y promisorio periodo de gobierno.