Nicaragua condena Golpe de Estado a Dilma Rousseff

El Gobierno de Nicaragua, presidido por el comandante Daniel Ortega, condenó el golpe de Estado parlamentario que dio el Senado brasileño al destituir definitivamente del cargo a la presidenta Dilma Rousseff y se sumó a sus colegas de Venezuela, Ecuador y Bolivia, Nicolás Maduro,  Ecuador, Rafael Correa y Evo Morales, respectivamente.

 

En un mensaje leído a través de los medios comunicación, la coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, señaló que el miércoles se conoció la culminación del proceso de separación de Rousseff, mismo que en su momento el Gobierno nicaragüense condenó por considerarlo injusto y realmente una destitución.

En su comparecencia también, Murillo indicó que se trata de un Golpe de Estado parlamentario y advirtió que tras esa destitución “injusta, ilegítima y arbitraria” se está declarando de manera pública y de muchas maneras, la apertura de una etapa muy difícil para el pueblo brasileño, incluso ya se habla del regreso de las políticas neoliberales.

Recordó que los Gobiernos de Lula (Luiz Inácio Lula da Silva) y el de Dilma han sacado a millones de brasileños de la pobreza y ahora los augurios, los pronósticos, no son buenos para las familias del Brasil, “es por eso que el Gobierno que preside, Daniel Ortega, también envió su solidaridad a los expresidentes Rouseff y Lula, y al Partido de los Trabajadores”.

Dilma Rousseff, la primera presidenta de Brasil, fue destituida ayer por el Senado de su país por 61 votos a favor y 20 en contra, en el marco de un juicio político en el que se le atribuyeron «crímenes de responsabilidad» por supuestas maniobras para maquillar las cuentas públicas.

La decisión parlamentaria confirmó como presidente de Brasil a Michel Temer, principal promotor del Golpe de Estado y seguirá en el poder hasta el primero de enero de 2019. Antes de la suspensión de Rousseff se desempeñaba como su vicepresidente.

En tanto, el representante alterno de Nicaragua en la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Exequiel Alvarado, también condenó «el golpe de Estado parlamentario en contra de Dilma» y dijo que «las fuerzas regresivas del hemisferio siguen trabajando para provocar golpes de Estado en contra de los gobiernos progresistas de la región».

Por su parte, también los representantes de Venezuela, Bolivia y Ecuador se sumaron a la condena ayer ante la OEA, considerando que lo hecho por el senado brasileño es “un golpe de Estado parlamentario».

«Se ha dado un golpe de Estado parlamentario en el país más grande de Suramérica», dijo el embajador de Bolivia, Diego Pary, en un Consejo ordinario semanal que discurría sin alusiones a la noticia que ocupaba todas las portadas de diarios.

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