Stephen Sefton
El artículo de Tomás Andino Mencia «¿Qué está pasando en Nicaragua? Un acercamiento desde la izquierda crítica» apareció en el sitio web Rebelión en abril de 2018, apenas una semana después del estallido del violento intento de golpe fallido de ese año.
Lo comento ahora porque el autor ofrece un decálogo de mentiras que constituye una especie de credo para las personas que apoyan a la oposición fascista en Nicaragua, pero que intentan justificar ese apoyo sobre la base de falsos argumentos pseudo-radicales. El asunto es de actualidad porque el reconocido escritor chileno, Pablo Jofre Leal, se refiere a este texto de Tomás Andino Mencia en su reciente artículo «Washington: un nuevo intento de derrocamiento del gobierno de Nicaragua» .
Lo fundamental es que Andino Mencia afirma con toda la confianza y el desconocimiento del mundo, que el fallido golpe de Estado de 2018 fue iniciado por un movimiento que «fue autoconvocado por sectores progresistas, de la juventud universitaria como se ha dicho», para ser objetivo, tiene que basarse en la realidad.
Hubiera sido una buena idea que Andino Mencia hubiera seguido su propio consejo, porque su decálogo muestra que no sabe nada sobre la realidad de Nicaragua en abril de 2018.
La extrema violencia de las protestas de abril de 2018 comenzó a cobrar vidas el jueves 19 de abril con el asesinato en diferentes incidentes de un policía, un trabajador municipal sandinista y un joven transeúnte que no participó en las protestas. A pesar de las vergonzosas tergiversaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está claro que los tres fueron asesinados por activistas de la oposición golpista. Nadie murió el miércoles 18 de abril de 2018, aunque los golpistas hicieron circular el falso rumor de que la policía había matado a un estudiante, lo cual era una completa mentira. Se planificaron los intensos ataques del 19, 20 y 21 de abril contra oficinas de la autoridad municipal en muchas ciudades, contra oficinas del FSLN, contra escuelas, mercados y domicilios particulares de los sandinistas.
El apoyo inicial a los estudiantes se evaporó rápidamente en un mes, porque la opinión de los estudiantes en general pudo ver que el liderazgo del fallido intento de golpe representaba una guerra de clases contra… ellos. El caso de Leonel Morales es emblemático de lo ocurrido en ese momento, cuando bandas criminales tomaron el control de la Universidad Politécnica y la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua con el apoyo de activistas del Movimiento Renovador Sandinista y sus ONG como CENIDH, liderada por Vilma Nuñez de Escorcia, y Popol Na, la ONG de Mónica Baltodano, entre otros y también con el apoyo de la Iglesia Católica.
Vale la pena revisar el decálogo de falsedades de Tomás Andino Mencia, porque explica mucho acerca de por qué tanta gente en América Latina y el Caribe actualmente no tiene idea de la realidad de Nicaragua.
• Andino Mencia caracteriza al Movimiento Campesino como un movimiento con amplio apoyo popular, lo cual es falso. Cuenta con el apoyo de apenas dos mil personas en su principal área de operación, en las zonas de Nueva Guinea y Río San Juan. En comparación, la Asociación de Trabajadores Rurales, que apoya al gobierno sandinista, tiene una membresía de más de 45.000 campesinos, un movimiento verdaderamente nacional. Los líderes del Movimiento Campesino en 2018, Medardo Mairena y Francisca Ramirez, son delincuentes violentos como lo demuestran entrevistas con más de 25 personas que fueron víctimas de la violencia del Movimiento Campesino en 2018.
• El artículo de Andino Mencia afirma que la minería ocupa alrededor del 22% del territorio nacional. De hecho, las operaciones de las cuatro empresas mineras actualmente activas en Nicaragua ocupan alrededor del 1% del territorio nacional. Lo cierto es que cerca del 20% del territorio nacional se ha otorgado para la exploración de posibles depósitos minerales, lo que de ninguna manera implica la explotación de esa gran extensión territorial. Además, la minería en Nicaragua tiene características muy diferentes a la de otros países, ya que gran parte de la actividad minera es artesanal, regulada en acuerdos ambientales entre los trabajadores mineros, las empresas que les compran materia prima y las autoridades locales y nacionales.
• Sostiene que los monocultivos de palma africana y azúcar y la ganadería le han quitado tierras a la población campesina. Esto es completamente falso. Nicaragua tuvo una profunda reforma agraria en la década de 1980, de la cual la redistribución de la tierra en su mayor parte sobrevivió al período de gobiernos neoliberales de 1990 a 2006. Desde 2007, el gobierno ha profundizado la democratización de la economía rural de tal manera que el principal motor de La migración campesina es el cambio climático que desplaza a las familias de las zonas áridas, especialmente del «corredor seco» del país en el occidente, donde es cada vez más difícil para los pequeños productores sostener el cultivo de granos básicos y otras actividades agrícolas y ganaderas.
• Repite la falsa propaganda de la oposición de que el gobierno no se preocupa por el medio ambiente basándose en la burda mentira de que el incendio de 2018 en la Reserva de Biosfera Indio Maíz se extendió por negligencia del gobierno. Es clara la falsedad de esta estúpida acusación.
• Alega que el gobierno reprimió a las organizaciones no gubernamentales, a pesar de los abusos abiertos por parte de estas organizaciones de su condición incluso antes del fallido intento golpista de 2018, en el que no pudieron ocultar su clara complicidad y protagonismo en ese intento de derrocamiento del gobierno. Todas estas organizaciones fueron financiadas y apoyadas directa o indirectamente por los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados europeos.
• Revive la falsa acusación de que el presidente Ortega violó la constitución para postularse como candidato en las elecciones de 2011 y 2016. De hecho fue precisamente la alianza de 1994 de los exsocialdemócratas sandinistas con la extrema derecha la que violó la Constitución con una reforma que prohibía la reelección, reforma que nunca fue consultada con el electorado. Entrevistas con el presidente de la Corte Suprema y el presidente del Consejo Supremo Electoral explican cómo en 2010 la Corte Suprema simplemente restauró la integridad de la Constitución Política de Nicaragua de 1987 al declarar la reforma oportunista antidemocrática de 1994 inaplicable.
• Andino Mencia insiste en considerar fraudulentos los resultados electorales de 2011 y 2016, a pesar de que ambos fueron reconocidos como legítimos por observadores electorales extranjeros neutrales y, a pesar de algunas reservas en aspectos técnicos, por la OEA y la Unión Europea. Los resultados también reflejaron datos muy similares a prácticamente el encontrado por todas las encuestas de opinión previas a las elecciones.
• Se inventa una represión inexistente de los medios en Nicaragua por parte de la vicepresidenta Rosario Murillo, cuando en todo momento hasta ahora la oposición ha controlado los diarios nacionales, varios canales de televisión y radio nacionales, y la mayoría de los medios de radio y televisión por cable locales. En Nicaragua existe la ridícula situación en la que, desde 2007 a la fecha, los medios de oposición política del país han denunciado consistentemente que están sujetos a una dictadura, mientras continúan difundiendo y publicando ataques de odio y falsos contra el gobierno en general, contra sus ministros, contra la Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua, y contra el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo. Sólo la gente que no sabe nada de Nicaragua se traga esta absurda mentira.
• Recicla nuevamente la gran mentira de la corrupción a gran escala de los líderes sandinistas, cuando el gobierno del presidente Ortega es reconocido por todas las instituciones financieras internacionales como uno de los gobiernos latinoamericanos y caribeños más eficientes y honestos en la ejecución de financiamiento para programas y proyectos.
• Finalmente, Tomás Andino Mencia se refiere a la decisión del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), de romper el sistema de pactos nacionales pactado con los sindicatos y el gobierno, pero omite admitir que la ruptura de relaciones se produjo por la insistencia del gobierno en que la empresa privada asuma su parte justa del financiamiento del sistema de Seguridad Social. Quizás en algún momento la gente ignorante y arrogante que todavía está hablando con cero conocimiento sobre la propuesta de reforma a la Seguridad Social 2018 en Nicaragua, se tomará la molestia de leerlo.
Se darán cuenta, entre muchos otros puntos, que la reforma buscaba defender los derechos de los trabajadores a la Seguridad Social limitando el aumento de su cotización al 0,7% de su salario, exigiendo más del tres por ciento a los empresarios privados y ofreciendo además una cobertura total en El sistema de Seguridad Social en salud a los jubilados financiaba, prácticamente simbólicamente, los beneficios, con el aporte del 5% de su pensión.
En definitiva, el Decálogo de Tomás Andino Mencia es un excelente resumen de las principales mentiras difundidas por la oposición fascista en Nicaragua y sus ex-aliados sandinistas.