Yosbel Bullaín │ Prensa Latina
Nicaragua es blanco hoy de una guerra mediática, cuyo propósito es la desestabilización del país a través de mentiras infundadas que buscan manipular la opinión pública.
A través de videos en redes sociales y artículos en varios medios de prensa internacionales, la campaña mediática centra su objetivo en una supuesta persecución a la iglesia católica. De ese modo, tratan de crear una matriz de opinión distinta a las intenciones de quienes buscan desestabilizar la nación centroamericana.
El 5 de agosto último, una denuncia a la Policía Nacional dejó al descubierto que bajo el auspicio de altas autoridades de la iglesia católica en el departamento de Matagalpa (centro), se incitaba a realizar actos de odio y violencia contra la población nicaragüense.
Según el ente uniformado, detrás de esas acciones estaba el Obispo, Monseñor Rolando José Álvarez, “prevaliéndose de su condición de líder religioso y utilizando medios de comunicación y redes sociales”.
De acuerdo con analistas, Álvarez intentó construir dichas provocaciones con el propósito de infectar la vida civil del país y producir un clima de confrontación previo a los comicios municipales de noviembre.
Un artículo del periodista Fabrizio Casari, titulado “El obispo del dios dinero”, asegura que el plan era transformar la basílica de Matagalpa en un lugar de encuentro y referencia para toda la oposición y los golpistas de la ciudad.
“Desde la basílica llegarían las provocaciones, en un crescendo de tensión que configuraría a monseñor como líder de la oposición, papel con el que también lanzaría su candidatura a la cumbre de la Conferencia Episcopal”, destacó Casari.
Entre las matrices de opinión generadas por los grandes medios informativos sobresalen las palabras “secuestro” y “acoso” y frases como “falta de libertad religiosa”, en un país donde el 45 por ciento de sus habitantes son cristianos católicos, y otro 45 por ciento son cristianos de las diversas denominaciones existentes en la región.
“Aquí tenemos amplias libertades para la predicación del Evangelio, hay más de 50 radioemisoras que difunden el mensaje cristiano, cinco canales de televisión por cable departamentales y dos nacionales (…)”, enfatizó el reverendo Miguel Ángel Casco.
Una de las más recientes muestras de libertad religiosa en Nicaragua se apreció durante las fiestas patronales en distintos departamentos del país, donde miles de personas salieron a peregrinar como muestra de paz, amor y fe.
El exembajador de Nicaragua en el Vaticano Francisco Bautista, afirmó hace pocos días que el gobierno promueve significativamente dichas manifestaciones desde el ejercicio de la libertad religiosa de todos los ciudadanos.
En una entrevista concedida al Comité de Desarrollo Campesino de Guatemala sobre la temática de la iglesia en Nicaragua, Bautista manifestó cómo desde el inicio de la Revolución sandinista (1979) se abrió aquí un camino que no ha estado ajeno de injerencia, ataques e intromisiones externas.
“Lo que pretenden es desvirtuar, socavar, fraccionar, interrumpir esa voluntad política legítima de los nicaragüenses de construir un modelo propio con equidad”, subrayó.
Aseguró que el problema no radica en una posición cristiana o católica contradictoria, sino en que dentro de estas estructuras existen instrumentos que se han prestado a ser artífices de potencias externas, para socavar, legitimar el proceso político.
Tras varios días de acciones provocadoras, el Obispo de Matagalpa fue trasladado a la capital nicaragüenses el 19 de agosto, donde está bajo arresto domiciliario y disfruta de la presencia de sus familiares, informaron las autoridades policiales.