El Gobierno de Nicaragua estimó en 1180,6 millones de dólares los daños causados por la crisis sociopolítica que enfrenta el país centroamericano desde el abril.
Los daños, que el Gobierno, presidido por Daniel Ortega, atribuye al terrorismo golpista, orquestado por algunos países regionales, se dieron principalmente en los sectores de transporte y turismo, la destrucción de obras públicas y la reducción del presupuesto general del Estado.
De acuerdo con un informe presentado el Ejecutivo, el gobernante partido Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) resumió que, por la agitación social de estos últimos meses, sus arcas públicas se han resentido en unos 525 millones de dólares en el sector de transporte y otros 231 millones de dólares en la industria turística.
La destrucción en el sector público fue calculada en 205,4 millones de dólares, y la reducción en el presupuesto estatal fue de 219,2 millones de dólares debido a la falta en el pago de los impuestos, divulgó el Gobierno nicaragüense.
La crisis nicaragüense se ha saldado con una pérdida de 119 567 empleos, según el informe estatal que eleva, a su vez, a 199 el número de muertos que reconoce de manera oficial como producto de una crisis sociopolítica que comenzó el pasado 18 de abril con marchas contra una reforma de la seguridad social, que luego fue derogada por el el presidente del país.
Antes de la referida crisis, el Banco Central de Nicaragua (BCN) proyectaba un crecimiento económico del 4,5 al 5 por ciento en 2018, estimación que bajó al uno por ciento tras el estallido social.
El mandatario sandinista ha acusado en reiteradas ocasiones a Estados Unidos de estar detrás de las manifestaciones de la oposición nicaragüense contra su persona y que según él, las protestas tienen como objetivo provocar un golpe de Estado.