El canciller de Nicaragua, Denis Moncada, al intervenir en el 74 periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, reclamó la urgente necesidad de refundar la mayor organización mundial.
Relacionado con tal reclamo recordó la reciente ilegal expulsión por el gobierno estadounidense de dos diplomáticos cubanos de la sede de la ONU en Nueva York, hecho que calificó de clara violación del Derecho Internacional y particularmente del Acuerdo Sede entre esa instancia y el Gobierno del país anfitrión.
Hechos ilegales como este, confirman la necesidad urgente de refundar las Naciones Unidas, debiendo cambiar el Estado Sede a un país hermano donde se respete el Derecho Internacional y la Carta de Naciones Unidas, recalcó el jefe de la diplomacia nica.
Moncada retomó un planteamiento similar formulado por su compatriota el sacerdote y canciller nicaragüense Miguel D’Escoto, cuando en 2008 presidió la propia Asamblea General y propuso trasladar la sede del organismo de Nueva York al continente africano.
En la voz del canciller Nicaragua reafirmó ante el foro mundial su condena al bloqueo económico, financiero y comercial que el Gobierno de Estados Unidos aplica a Cuba desde hace casi 60 años.
Al propio tiempo reiteró la solidaridad militante con Venezuela, su pueblo, y el gobierno constitucional y legítimo del presidente Nicolás Maduro.
Expresó también la denuncia y condena a toda amenaza de intervención militar y la invocación al obsoleto Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que no es más que un instrumento diseñado por el gobierno de Estados Unidos para amenazar o hacer uso de la fuerza, el cual promueve en el marco de la Organización de los Estados Americanos (OEA)”.
Nicaragua es un muro de contención ante el crimen organizado internacional, maras y pandillas, el terrorismo y la narco-actividad, enfatizó su ministro de Relaciones Exteriores.
Moncada insistió en que tal política de Estado, interna y de cooperación y beneficio internacional, es desarrollada por el gobierno del presidente Daniel Ortega.