El ministro nicaragüense para Políticas Nacionales, Paul Oquist, denunció ante la Asamblea General de Naciones Unidas el fallido golpe de Estado perpetrado en el país de abril a julio, con saldo de 199 muertos.
Recientemente el Gobierno legítimo del comandante Daniel Ortega fue víctima de planes desestabilizadores y un intento de golpe de Estado, el cual fue neutralizado y derrotado por la valentía y convicción del mismo pueblo, expresó.
Oquist aseveró que desde julio la nación centroamericana recuperó la paz, tranquilidad y seguridad conquistada con gran esfuerzo en los últimos 11 años.
“La verdad está triunfando sobe la mentira y la falsedad manipulada en contra del Gobierno de Nicaragua”, subrayó.
Para el funcionario, se requiere reestablecer la deteriorada confianza social y construir la paz que ‘es más que la ausencia de violencia’.
Además, agregó, es indispensable la reconciliación nacional que Ortega logró entre los contrincantes nacionales en la guerra contrarrevolucionaria de la década de 1980.
Según dijo, eso inspira confianza en que se va a poder lograr de nuevo y garantizar un futuro de paz, progreso y seguridad para Nicaragua.
“A pesar de que en América Latina y el Caribe hemos reiterado nuestra voluntad de reafirmarnos como zona de paz y desarrollo justo, aún persisten intenciones de ciertos países para llevar a cabo sus planes desestabilizadores y golpes de Estado en contra de nuestros legítimos Gobiernos”, afirmó.
Recordó que en reiteradas ocasiones el mandatario nicaragüense llamó a la comunidad internacional a establecer nuevas relaciones basadas en el diálogo, respeto, entendimiento, seguridad en soberanía, paz y porvenir sin injerencias ni dependencias, sino trabajando en pie de igualdad.
De acuerdo con Oquist, ese es el gran reto y requisito indispensable para lograr los objetivos plasmados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. El ministro de Relaciones Exteriores, Denis Moncada, también denunció el intento golpista y la injerencia de Estados Unidos.
Durante su intervención en el 73 periodo de sesiones de la Asamblea del organismo multilateral, Moncada aseguró que la intentona fue fruto de ese intervencionismo y dejó graves daños y secuelas, afectaciones económicas, muerte, destrucción y terrorismo disfrazado de protesta cívica.
De igual forma, Oquist, evocó ante la ONU el legado del líder antiapartheid Nelson Mandela, a quien calificó de gigante de la humanidad.
Mandela fue un amante de la inclusión, la democracia, la tolerancia y la paz, expresó Oquist al respaldar una declaración política adoptada por los miembros del organismo multilateral en la Cumbre de Paz Nelson Mandela.
Acotó que dicho texto refleja los valores de ese líder sudafricano, en alusión al compromiso de apoyar la igualdad soberana de todos los Estados, el respeto de su integridad territorial y su independencia y el deber de los estados miembros de abstenerse en sus relaciones internacionales de la amenaza o el uso de la fuerza de cualquier forma.
Mandela tuvo como una fuente de inspiración a la Revolución Popular Sandinista, comentó el funcionario, quien recordó la admiración recíproca entre el luchador sudafricano y el presidente nicaragüense, Daniel Ortega.
“En estos tiempos de lucha continua contra la discriminación, el racismo, la opresión, y el irrespeto a la dignidad y autodeterminación de los pueblos, su testimonio de compromiso crece cada día, y se convierte en estandarte de todos los que amamos la libertad y reconocemos la inviolable condición humana”, apuntó.
Oquist saludó al pueblo de Sudáfrica, tras asegurar que las formidables epopeyas de reconciliación y solidaridad de Madiba son inspiración y aliento para Nicaragua y el mundo, en el centenario de su natalicio.