Nicaragua respaldó exigencias de Venezuela a EEUU sobre migrantes

 

Prensa Latina

* Según Managua, separar a padres y madres de sus hijos ha sido una práctica condenable y condenada, con la cual el fascismo hitleriano aterrorizó al mundo.

Nicaragua respaldó las exigencias del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, al Gobierno de Estados Unidos para que detenga los secuestros de migrantes entre ellos los de la nación sudamericana, trascendió hoy.

En un comunicado, el Gobierno sandinista coincidió con la postura de Maduro y calificó de justo el reclamo a las autoridades estadounidenses, las cuales deben “responder por sus crímenes ante el juicio que, a falta de organismos valientes, la humanidad impulsa y promueve legítimamente contra la maldad fascista e imperialista”.

“Que cese la monstruosa política de separación de las familias y de encarcelación de seres humanos que sólo exigen el derecho a trabajar y vivir en paz”, manifestó.

El texto, firmado por los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo, calificó de maligna la persecución desatada por Estados Unidos contra los migrantes.

“Trabajadores honestos de tantas nacionalidades, que han llegado a los Estados Unidos alentados por su propia propaganda y perseguidos por la pobreza que ellos imponen en todos nuestros ricos y sagrados territorios de donde se han llevado lo mejor, condenándonos a las más extremas formas de miseria”, subrayó.

Agregó que esa política de persecución, expoliación y apropiación de las riquezas materiales y humanas, ha sido revivida en sus más abominables extremos, mereciendo la condena de las familias del mundo, que repelen de manera cotidiana el horror que representa esa conducta punible.

Nicaragua instó a refundar de inmediato las Naciones Unidas para detener el odio racial, prepotente y hegemónico que se ha desatado, y en particular exigió a “los politizados Organismos de Derechos Humanos, el reclamo y la actuación pertinente, para lograr detener dichos crímenes y devolver a las familias su integridad y respeto.

Según Managua, separar a padres y madres de sus hijos ha sido una práctica condenable y condenada, con la cual el fascismo hitleriano aterrorizó al mundo.

“Pareciera que la historia se mueve en círculos repetitivos que retoman las peores prácticas de la conciencia Humana, siempre en el afán de aterrar para dominar en esa perversa cultura de supremacía que niega todos los derechos y abruma a la comunidad humana”, enfatizó.