Nicaragua y Venezuela, la victoria es nuestra

 

Miguel Ángel Aguilar | La Jornada Zacatecas

Venezuela está siempre en el ojo del huracán. Quienes seguimos de cerca su proceso popular, nos damos cuenta cómo es fácil caer en las tentaciones de la simplonería y la condena fácil, sin querer entender que es un país hermano con una población muy alerta y que durante muchos años y siglos de saqueos, puso orden en casa, sorteando toda clase de golpes de estado, atentados, bloqueos, chantajes y actos de fervoroso fascismo con tal de socavar la mayoría de tintes chavistas.

Nicaragua se erige con un estilo muy propio y subordinados sus destinos a un gobierno popular que no permite el acoso externo ni interno, porque iría en contra de la paz y la tranquilidad que les ha costado muchos sacrificios e innumerables mártires que significó el triunfo de la revolución sandinista, llena de jóvenes y maestros, poetas y cancioneros, soldados y combatientes, estadistas y académicos.

Veamos las cosas como son: de pena ajena que en el recién proceso electoral de Venezuela muchos comentaristas, amigos y asiduos consumidores de las redes sociales, caen en el facilismo de no enterase a cabalidad y seguir con mucha fe, la desinformación y las verdades a tercias, deslindando a la derecha golpista y a los intereses norteamericanos sobre ese país, de la guerra sucia, el sabotaje eléctrico, el robo y quema de urnas, el asesinato de militantes chavistas, cuestiones que de inmediato son esclarecidas gracias a la organización vecinal del pueblo chavista que para nada se queda quieto y defiende lo suyo.

Es inevitable e irrevocable el triunfo del presidente Nicolas Maduro Moros en su relección en la presidencia hasta el 2031, ruta vital donde desde el 20 de junio, de los 10 contendientes a la presidencia, 8 firmaron el acuerdo de respetar los resultados, menos el candidato de María Corina Machado, la eterna perdedora que manipula, lloriquea y manda a sus huestes de manera irresponsable a cometer verdaderos actos fascistas que son reprobados y aplacados por la población organizada.

Hoy tiene orden de aprensión. Está de fuga. Desde hace años sus hijos están fuera del país. Ella es una conspiradora sin mesura que representa los intereses nefastos de una derecha desbocada y sin medida, ello no quiere decir que en Venezuela exista a la buena una derecha que es menos tosca, que invierte grandes capitales, que sigue las normas y que sabe que en 25 años de chavismo ha habido 31 elecciones, donde se han elegido gobernadores, diputados, concejales, presidentes y siempre respetando el chavismo los resultados que están a la vista del mundo.

Nicaragua de inmediato se ha solidarizado con el pueblo bolivariano.

Son pueblos hermanos con grandes similitudes e intereses. Bien fui testigo que en el lago Cocibolca, el lago de agua dulce de 9 mil 500 kilómetros, dentro de la municipalidad de Granada, desemboca en el caudaloso rio San Juan y hacia el mar Atlántico en las costas colombianas donde hay un litigio pleno y supremo y amigable con las autoridades del presidente Petro para dirimir las millas correspondientes.

Pues a un lado de ese país, está muy cerca la hermosa Venezuela, hoy por hoy, el país con mayor crecimiento económico en el continente y esto reconocido por el propio Fondo Monetario Internacional, no muy buen amigo de los gobiernos de revoluciones ciudadanas pacíficas y de izquierda.

Venezuela y Nicaragua siempre triunfarán ante todas las adversidades.

Un conflicto regional armado traería muchas pérdidas para el mundo y las autoridades de los Estados Unidos ya dieron un paso atrás y no han reconocido al títere de Edmundo como “presidente” de esa nación sudamericana.

Obvio, les conviene el trato comercial y el flujo del petróleo y otras energías que la población venezolana comercia con la potencia del norte, hasta hoy considerada como uno de los grandes prodigios de la humanidad por su alcance mundial en la guerra, la tecnología, el comercio, los avances médicos, la democracia a su manera.

Solo la derecha mexicana y como portavoz enérgico y pugnaz, el locutor Ciro Gómez Leyva, a diario es portavoz de esa derecha fracasada y condenador de la actitud mexicana que no mas no le cumple sus antojos de condenar “a la dictadura”.

Venezuela, el pueblo despierto, el pueblo Chavista, en la victoria!

Nicaragua, en la ruta de la paz, el orden y la instauración continua de los ideales sandinistas.