No oculta la Coordinadora Civil (CC) en sus documentos internos los objetivos políticos que mueven sus acciones, y desde esa perspectiva, conspira para tener el país que sus dirigentes desean, para lo cual se la pasan adiestrando a grupos de personas, jóvenes incluidos, a fin de torpedear las acciones del sandinismo.
La CC es un grupo político de oposición financiado por el gobierno de Estados Unidos a través de organismos como la NED, IRI, EMBUSA, USAID y otros vinculados a la CIA, a fin de desestabilizar a la actual administración del presidente Daniel Ortega. Para lograrlo, ellos mismos lo admiten, recurren a los medios de comunicación que buscan siempre información, y es fácil convocarlos con pocos recursos.
No es casualidad que veamos a sus grupos de choque, es decir, las personas que adiestran con el dinero norteamericano, enfrentando abiertamente al gobierno, mientras sus jefes esperan desde sus camionetonas cualquier mala mirada de las autoridades, para correr a denunciarlas ante los organizaciones de derechos humanos opositoras que los acuerpan.
“Cambiar el rumbo del país”, el propósito madre que inspira a la Coordinadora Civil, al Movimiento por Nicaragua, a la CPDH, Cenidh y demás grupos opositores, se expresa en operaciones como las orientadas a sus grupos de choque en la ruta del canal, lo que incluye la disposición para que en algunas comunidades los niños no fueran a clases, y la irrupción de un grupo de jóvenes en el Festival Poético de Granada.
No son acciones espontáneas nacidas del fervor patriótico. No es ninguna oposición constructiva. Se trata de movimientos bien calculados que buscan ganar adeptos a una presunta causa ecologista. Detrás, yacen oscuros intereses de clases sociales y políticos desplazados por la historia.
La ruta del canal se encuentra totalmente despalada, y creemos que al gobierno le han faltado argumentos para demostrar que más bien se salvarán enormes extensiones que serán reforestadas una vez que arranquen en serio las obras de la vía que unirá los dos océanos.
Nicaleaks les deja un documento sobre la forma en que opera la Coordinadora Civil, que no difiere mucho de las demás ONG que pueblan el país, bien remuneradas con capital del gobierno de Estados Unidos, y en algunos casos, europeo.
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