Entre ayer y hoy, tres grupos golpistas desertaron de la autodenominada Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), esgrimiendo razones que van desde que los expulsaron por exponer sus ideas, por favoritismos, que no les hacen caso en declarar ilegal al gobierno del presidente Daniel Ortega y desconocer el proceso eleccionario del 2021 e incluso pedir que sus amigos en el exterior declaren al FSLN como “terrorista”.
Es fácil ver que estos grupos conformados por unos cuantos seguidores, no tienen idea de lo que quieren y ni siquiera de dónde están parados, ya que todas sus descabelladas peticiones descansan en el discurso que les hicieron creer en 2018 en torno a que los gringos sacarían del poder al sandinismo y que les ayudarían a exterminarlo en cacería sangrienta.
Los que dejaron la UNAB en esta ocasión fueron la Alianza de Jóvenes y Estudiantes Nicaragüenses, la Red de Activistas Nicaragüenses y el Movimiento Anti Canal de Rivas, cuyos dirigentes, en su mayoría ninguneados por quienes los “engancharon” en 2018 sobre una rendición del presidente Ortega y sus seguidores, anuncian la creación de nuevos grupos de seguro para vender cara su “unidad” el año próximo.
Estas son las nuevas renuncias que ponen de manifiesto el resquebrajamiento total de las filas opositoras en Nicaragua:
