Las reacciones de la dirigencia opositora ante las declaraciones del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, de su fracaso por unificar a la derecha venezolana, se insertan hoy en una agenda de descrédito internacional.
Para las autoridades democráticas de Venezuela, lo que pudiera parecer un descuido comunicacional, en relación con las aseveraciones del jefe de la diplomacia de Estados Unidos, es una operación para distanciarse de los fracasos del autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, en su afán por llegar al poder.
Al respecto, el canciller Jorge Arreaza calificó de grave que Pompeo reconociera su fiasco; sin embargo, aseguró que es “más patético ver a la propia oposición excusarse y prometerle que ahora sí se van a unir. Reconocen su rol de peones”.
En ese sentido, el sitio de investigación periodística Misión Verdad reseñó que el intento por desmontar el proceso bolivariano por parte de las administraciones de Washington ha tenido distintos momentos, ocurrió con el apoyo a la Coordinadora Democrática a comienzos de este siglo y más recientemente con la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), dijo.
Ante el escenario de fracaso de la derecha, tras el intento de golpe de Estado del 30 de abril, el representante especial de la Casa Blanca para Venezuela, Elliott Abrams, recomendó al chavismo consensuar con la oposición una transición que desemboque en elecciones, declaración que indica un posible cambio en el lenguaje y la aparente renuncia de una salida abrupta de la crisis política.
En esa línea de mensaje, pareciera que la manida frase empleada por el gabinete del presidente norteamericano, Donald Trump, de “todas las opciones están sobre la mesa” pudiera estar descartada debido a que las amenazas van en otro tono.
No obstante, Estados Unidos busca las vías para intensificar el bloqueo económico, y con ello generar descontento popular que exija abrir un escenario electoral para inducir un resultado como el de las legislativas de 2015.
El miembro de la directiva nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Elias Jaua, aseguró al respecto que las divisiones dentro de la oposición no es información nueva para los venezolanos, quienes sufren las consecuencias de una competencia sin límites para ver cómo ellos llegan a la presidencia, más rápido, y por los métodos más extremistas.
“Cada aventura termina en una nueva frustración para los seguidores opositores; en una merma de los valores democráticos en la sociedad y en un saldo de daños económicos, sociales, en vidas humanas y espirituales para todo el pueblo del país sudamericano”, sostuvo el dirigente político.
Jaua consideró que la causa determinante del fallido intento de usurpar la presidencia venezolana por la derecha, “es la conciencia de nuestro pueblo fundamentada en la dignidad y la autodeterminación nacional, y expresada en una resistencia para mantener la paz frente a tantas provocaciones de violencia”.
Argumentó que la oposición venezolana no la lograran unir jamás, porque sus aspiraciones son personalistas y mercantilistas.
Asimismo, invitó a la administración de Trump a corregir su principal equivocación, “los intentos por intervenir en Venezuela”, mientras destacó que la fuerza revolucionaria venezolana está unida en torno a principios éticos, fundamentos programáticos, y las demandas y aspiraciones colectivas de un pueblo.