Además de exigir la liberación de Lula, miles de trabajadores brasileños van a paralizar sus actividades por 24 horas este viernes 14 de junio, contra la reforma de las Pensiones que el gobierno de Jair Bolsonaro quiere aprobar con urgencia en la Cámara de Diputados.
Más allá de la reforma de las Pensiones, la Huelga General también expresa otras demandas de interés nacional y movilizará a diversas categorías, de conductores de autobús a petroleros y estudiantes a trabajadores eléctricos.
La Federación Única de Petroleros (FUP) adhirió a la convocatoria para expresar su rechazo a los proyectos que atacan la soberanía del país, iniciados aun durante el gobierno de Michel Temer y profundizados por Jair Bolsonaro.
“Podemos enumerar a simple vista la privatización de las refinerías, el cierre de plataformas petrolíferas en Ceará y el desmantelamiento del sistema Petrobras”, señala el director de la entidad Alexandre Finamori.
El gobierno de Jair Bolsonaro ya anunció la venta de 13 refinerías de Petrobras. El contrato de concesión entre la empresa estatal y el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) fue firmado el último lunes (11), con un plazo de dos años para la venta de las unidades. “Los trabajadores tienen miedo de trabajar debido a la precarización, que es el camino hacia la privatización”, afirmó.
En un intenso proceso de movilización en la lucha contra los recortes en la educación desde fines de abril, los estudiantes, profesores y funcionarios de las universidades e institutos federales también adhieren a la Huelga General.
La presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE), Jessy Dayane, afirma que la expectativa es de que la mayoría de las universidades en Brasil paralicen sus actividades para dar proseguimiento a las protestas masivas que llevaron a las calles a más de un millón de personas. “En todos los espacios donde hemos construido diálogos, debates y procesos preparatorios para la huelga, la adhesión es muy alta”, dice.
Además de los temas específicos de la categoría contra los recortes de becas de investigación y reducción del presupuesto de las instituciones, Dayane asevera que hay un trabajo específico para sensibilizar a la juventud acerca del Paro Nacional del 14 de junio.
La motivación, según la referente estudiantil, es muy clara: los jóvenes serán uno de los grupos más afectados por la reforma de las Pensiones, que cambia las reglas de la jubilación en el país.
“Nuestro desafío en este período es compartir informaciones, concientizar a los estudiantes, debatir, repartir volantes, explicar a los alumnos qué es la reforma de las Pensiones, porque todos los que saben están en su contra”, afirma.
La reforma de las pensiones presentada por el equipo económico de Bolsonaro establece la edad mínima de jubilación en 65 años para hombres y 62 años para mujeres. Los docentes tendrán una regla diferenciada con edad mínima de jubilación en 60 años para hombres y mujeres.
“Los jóvenes serán afectados por las nuevas reglas. Si se aprueba la reforma de las Pensiones, los estudiantes de hoy van a trabajar mucho más o probablemente no van a jubilarse”, añade.
Dayane también recuerda que actualmente hay 13,2 millones de desempleados en el país, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).