PLC y PLI en laberinto de mentiras

La insinuada alianza entre las “fuerzas” de la derecha lideradas por el PLI y el PLC no solo se ve cada día más lejana, sino que el argumento que se esgrime para justificar esa mancuerna, no es más que una “cortina de humo” que utilizan ambas agrupaciones con el propósito de disimular las verdaderas razones de sus desacuerdos irreconciliables.

 

Resulta que ahora el único tema restante para que estas dos agrupaciones “fumen la pipa de la paz” es el relacionado con la casilla electoral, en la cual estarían representados en los próximos comicios nacionales, pero la verdad es que de todos son conocidas las fuertes asperezas existentes entre las filas del PLI y el PLC relacionadas con sus cabecillas.

Como es sabido, la agrupación que encabeza el PLC está manipulada tras bambalinas por Arnoldo Alemán, quien a sabiendas de que esa unidad no es más que un engaño, dejó que su candidato a la Presidencia estuviera al frente de esas “negociaciones”, mismas que no son más que un simulacro en un vano intento de hacer creer sobre la posibilidad de ese artificio.

En tanto, el PLI y sus seguidores están manejados por Eduardo Montealegre, otrora aliado del ex presidente Alemán, quien está detrás del show que se está montando a través del tema de la casilla electoral, con el que pretende esconder su descrédito hacia lo que representa actualmente el PLC, filas en las que militó y en las que ahora es públicamente repudiado.

¿Será que Vidaurre le cree a Montealegre?

El candidato a la presidencia por el PLC, el conservador Noel Vidaurre, quien lleva la ingenua misión de encabezar las conversaciones con Montealegre, en lo que puede considerarse como cándidas declaraciones manifestó que “todavía es posible una alianza” y que “la casilla es aún el tema principal de discusión”, pero que tratarán de darle una solución.

No obstante, aquí es donde Eduardo Montealegre pone en evidencia que no quieren saber nada del PLC y su cabecilla, al insistir que la casilla número 13 (la del PLI) no está en discusión, ya que a su criterio esa organización representa “la fuerza opositora más grande del país”, minimizando y dejando ver que no necesitan una posible alianza con Arnoldo Alemán y su gente.

Recurren a un ser valetudinario

La posición de Montealegre y su grupo de evitar “revolverse” con la alianza encabezada por el PLC, queda todavía más demostrada con las constantes visitas al empresario radial Fabio Gadea, perdedor por el PLI en las pasadas elecciones nacionales, con el objetivo de convencerlo de que sea nuevamente su candidato para los comicios de noviembre de este año. 

Esto quiere decir que Eduardo Montealegre y el PLI en ningún momento están pensando en una alianza con el grupo del PLC, que tiene a su candidato, ya que a la vez del sainete de las llamadas “negociaciones”, sus verdaderos propósitos los están empeñando en tratar de convencer a un Fabio Gadea que ya fue ampliamente derrotado en el 2011 por el actual presidente de la República, Daniel Ortega.

      

 

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