PLC y PLI en las antípodas

Una alianza electorera entre las llamadas coaliciones de Unificación Liberal, de Eduardo Montealegre y su PLI, y la de Unidad Liberal, Republicana y Sindical, del caudillo PLC, Arnoldo Alemán, cada vez está más lejana por las rencillas e intrigas entre sus miembros, quienes aún recuerdan “puñaladas” otorgadas de manera recíproca en un pasado que al parecer no está olvidado.

 

Las marcadas diferencias que estos partidos de derecha vienen acrecentado y perpetuando con sus más recientes líderes, Montealegre y Alemán, han calado en las “nuevas generaciones” de jóvenes liberales, quienes a diario ponen aún más en evidencia sus serias pendencias personales mediantes acusaciones mutuas de andar únicamente tras la búsqueda de cargos públicos.

Un ejemplo de estas fuertes pugnas existentes entre “opositores” viene desde la implementación de las “estrategias de lucha” de quienes toman las decisiones en estas denominadas coaliciones, hasta el odio personal que se tienen entre sus bases seguidoras, las que a toda costa pretenden agradar a sus “caciques” con lo que consideran muestras de lealtad e incondicionalidad.

Diferencias se ahondan

La diferencias personales entre los grupo jefeados por Alemán y Montealegre se vieron manifestadas en las recientes acusaciones mutuas que se hicieran el Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN) y el llamado grupo Forjando el Futuro Nicaragüense (Forfunic), ambos ex miembros de la alianza del PLI, los que se llamaron oportunistas entre sí y de querer aprovecharse del PLC .

Las imputaciones que se lanzaran ambas agrupaciones fueron las mismas: querer usar una alianza con la gente de Arnoldo Alemán exclusivamente con el objeto de lograr cargos públicos en el caso que los del PLC ganaran los próximos comicios nacionales o de alcanzar algunos escaños en la Asamblea Nacional, una vez que puedan asegurarse puestos en listado de diputados del PLC.

El detonante que dio paso a estas inculpaciones dio inicio el pasado viernes 16 de octubre, cuando el MDN diera a conocer que participaría en la marcha que convocara la gente de Arnoldo Alemán pidiendo “observación electoral” frente a la ONU, el martes 20 de octubre, lo que provocó la airada reacción de la dirigencia de Forfunic, al punto que renunciaron a cualquier vínculo con el PLC.

¿Quién es dueño de las marchas?

Los cabecillas del Forfunic sin ningún tapujo dijeron que esa decisión fue tomada después de conocer que el MDN estaría en esa marcha, puesto que creían que solo miembros de PLC acudirían a esta actividad, pero en vistas de que Arnoldo Alemán les permitiera la participación, ese movimiento, supuestamente adscrito a los liberales constitucionalistas rompía con los “rojos sin mancha”.

Por su parte, los miembros del MDN dicen no conocer la razón del repudio de Forfunic hacia ellos, pero confirmaron su decisión de apoyar al PLC en su marcha, así como de participar en las presuntas primarias que realizará Hagamos Democracia, organismo de la “sociedad civil” que supuestamente financiará unas elecciones para sacar a un candidato presidencial único de la “oposición”.

La verdad es que el inicio de esta rivalidad entre MDN y Forfunic se remonta a los alborotos conocidos como “miércoles de protestas”, a los que ambos se adjudicaban su autoría como si de alguna proeza se tratara, lo que los llevó a enfrentamientos verbales y hasta físicos, sobre todo, cuando el MDN apoyó a Eduardo Montealegre a querer hacerse “amo y señor” de esas escaramuzas.

PLC rechaza al MDN

El tanto, el PLC, a través de su vocería, negó que ese partido haya aceptado dentro de sus filas al MDN, que efectivamente en agosto pasado solicitó incorporarse a esa agrupación política, pero tal petición ni siquiera fue tomada en cuenta, porque a quienes debieron dirigirse era a la Junta Directiva de la llamada Coalición de Unidad Liberal, Republicana y Sindical.

En cuanto a otras diferencias irreconciliables entre las alianzas dirigidas por el PLI de Eduardo Montealegre y la del PLC de Arnoldo Alemán, son las que ellos llaman sus “estrategias de lucha”, mientras que el primer grupo endereza sus cañones contra el Consejo Supremo Electoral (CSE) con el fin de cambiarlo, el segundo sostiene que no hay necesidad de tal acción.

Alemán y su gente apuntan, a como lo confirma la marcha de este martes 20 de octubre, es que los comicios a realizarse en noviembre del 2016 se efectúen bajo una estricta vigilancia electoral, tanto nacional como internacional, sobre todo de la ONU, donde entregarán una carta, al igual que al CSE, en la que además de  esa solicitud pedirán una depuración al actual padrón electoral.

La vocería del PLC enfatizó que esa coalición no propugna por cambios en los Magistrados del Poder Electoral, sino por cambios verdaderamente integrales que pasen por reglas efectivas de transparencia.    

     

  

         

     

 

 

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