* Al ser consultado sobre las solicitudes para otorgar el Premio Nobel de la Paz a Donald Trump, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán recordó que dicho galardón está desprestigiado porque lo han recibido criminales de guerra. Una buena candidata, dijo, sería Francesca Albanese, relatora especial de derechos humanos en los territorios ocupados palestinos.
Teherán, IRNA- El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Esmail Baqaei Hamane, dijo: “En el mundo actual, no se puede otorgar mucha credibilidad y autenticidad a premios como el Nobel de la Paz. Al final, solo se puede decir: “Pobre Nobel y pobre paz”; cuando sus valores son sacrificados por politización, discriminación y distorsión de la verdad”.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, en su conferencia de prensa de hoy ante los periodistas, respondió a una pregunta sobre las solicitudes para otorgar el Premio Nobel de la Paz al presidente de Estados Unidos, y dijo: “En un mundo justo e ideal, sin duda una de las personas más merecedoras para recibir un premio como el Nobel de la Paz es la señora Francesca Albanese, relatora especial de derechos humanos en los territorios ocupados palestinos; alguien que, a pesar de las presiones y amenazas constantes, sigue considerándose defensora de los derechos del pueblo palestino y se mantiene firme en este camino”.
“Pero la realidad es que estamos profundamente, y lamentablemente, lejos de un mundo ideal como ese. No solo estamos lejos de la justicia, sino que hoy parece que vivimos en un mundo afectado por una especie de inversión de valores; un mundo en el que, aunque el historial del Premio Nobel de la Paz brilla con nombres como Nelson Mandela —por su lucha contra el apartheid—, ahora nos encontramos en una situación en la que los símbolos del apartheid y la discriminación racial, e incluso personas que, ante la opinión pública y organismos internacionales, están acusadas de cometer genocidio y agredir a países soberanos, se sienten con autoridad para proponer la nominación de otros al Premio Nobel de la Paz”, añadió.
“Esta realidad no solo es lamentable, sino que también revela la profunda desviación de los estándares morales en el orden mundial actual. Por otro lado, no se debe olvidar que este premio ya ha sido otorgado anteriormente a personas como Shimon Peres; alguien que carga en su historial con graves antecedentes de belicismo y participación en la ocupación de territorios palestinos. Por lo tanto, en el mundo actual, no se puede conceder mucha credibilidad ni autenticidad a premios como este. En última instancia, solo se puede decir: «Pobre Nobel y pobre paz»; cuando sus valores son sacrificados por la politización, la discriminación y la distorsión de la verdad”, destacó.