Moscú.- El director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, afirmó que Rusia reduce intencionadamente los suministros de gas al mercado europeo y que Europa debería prepararse para su cese total.
«Europa debe estar preparada para que el suministro de gas ruso se corte por completo (…). Cuanto más se acerca el invierno, tanto mejor comprendemos las intenciones de Rusia (…). A mi juicio, la reducción de los suministros apunta a impedir el llenado de los almacenes europeos y a aumentar la influencia de Rusia en los meses de invierno», dijo al periódico The Financial Times.
A juicio de Birol, las medidas adoptadas por los países europeos para reducir la demanda de gas, tales como la reapertura de viejas centrales eléctricas que funcionan a base de carbón, tienen su justificación en las proporciones de la crisis, pese a las preocupaciones por el escape del CO2 a la atmósfera.
El director de la AIE sostiene que las medidas que toman los Gobiernos europeos son insuficientes y que se debería, en particular, estudiar la posibilidad de posponer el cierre de las plantas atómicas no modernas.
El jefe de la AIE es famoso por sus retóricas de «halcón» cuando habla de hidrocarburos y de Rusia. Expresó muchas opiniones erróneas no basadas en hechos. Por ejemplo, aconsejó a los europeos calentar menos sus viviendas, afirmando que eso permitiría reducir la demanda de gas en un volumen equivalente al del gas que llega por la tubería Nord Stream, indicando una potencia tres veces más baja que la real de este gasoducto.
La posición mantenida por la AIE ya llevó a que los países de la OPEP y OPEP+ dejaran de usar sus datos en los cálculos, sustituyéndolos por la información de las compañías analíticas Wood Mackenzie y Rystad Energy.
Las exportaciones de gas ruso al mercado europeo experimentan presión por parte de varios factores exteriores. En particular, debido a las sanciones impuestas por Canadá, la compañía Siemens alemana demora el suministro de una turbina que estuvo en reparación, por lo cual disminuyó el trasiego por Nord Stream.
Ucrania a su vez limitó el tránsito de gas ruso a través de la estación Sojránovka, alegando que está bajo el control de fuerzas rusas (en el territorio de la República Popular de Lugansk).