* ¿Por qué el país con 67.600 millones de dólares asignados a Defensa no logró hacer frente con éxito a un ataque de drones y cómo sabían los atacantes las coordenadas exactas de los objetivos?
Arabia Saudita debe dar explicaciones por no haber logrado defender sus instalaciones petroleras a pesar de ser el tercer país con mayor gasto militar del mundo. Así lo manifestó este martes el diplomático estadounidense Gary Grappo en una entrevista para CNBC.
«Creo que el liderazgo saudí tiene muchas explicaciones que hacer, pues un país que ocupa el tercer lugar en términos de gasto total en Defensa no fue capaz de defender de este tipo de ataque a su más crítica —y no puedo subrayarlo lo suficiente— su más crítica instalación petrolera», declaró Grappo, que fue embajador en Omán y ocupó altos cargos en las misiones diplomáticas estadounidenses en Riad y Bagdad.
Según el reciente reporte del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, en 2018, Arabia Saudita se ubicó en el tercer lugar entre los países con el mayor gasto militar, solo superado por EE.UU. y China. El año pasado Riad gastó en armamentos 67.600 millones de dólares, lo que equivale a casi 9 % del PIB de ese año.
No es la primera vez que Saudi Aramco, productor petrolero estatal saudí, es objeto de un ataque. En el pasado, la planta solía ser blanco de grupos radicales. En febrero de 2006, el complejo petrolero fue asaltado por terroristas suicidas de Al Qaeda, pero eventualmente el intento de los militantes no tuvo éxito. Según Grappo, aunque los drones «no son tan fácilmente detectables», las autoridades saudíes debían haber previsto ciertas medidas de protección para un asalto de este tipo.
Tras el incendio del pasado sábado en las instalaciones de Saudi Aramco, la producción diaria se redujo en 5,7 millones de barriles, lo que supone casi la mitad de la producción de crudo a nivel nacional y el 5 % del suministro global.
Mientras tanto, el precio al crudo de la marca Brent experimentó el mayor salto en el curso de un día desde el 14 de enero de 1991 y se disparó hasta los 71,95 dólares. Los del estadounidense West Texas Intermediate (WTI) para el mismo mes aumentaron un 14 % y se comercializaban a 62,04 dólares por barril.
«Sabían exactamente dónde golpear»
El mismo sábado el presidente Donald Trump anunció vía Twitter que había autorizado la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo de EE.UU. en una cantidad que sería suficiente para «mantener los mercados bien abastecidos».
Además, un día después del ataque, el Gobierno norteamericano publicó una serie de fotos satelitales que proyectan los daños causados por los ataques (de los cuales Washington y Riad acusan a Teherán).
«Observamos esas fotos que fueron publicadas por la Administración Trump: eran exquisitamente precisas», indicó al medio Bob McNally, presidente de Rapidan Energy Group y asesor de energía de George W Bush durante su primer mandato.
El experto llamó la atención sobre el hecho de que la situación creada por el ataque no fuera caótica, sino que solo afectó a ciertas instalaciones de la planta. «[Los atacantes] sabían exactamente dónde golpear, lo hicieron perfectamente», agregó.
Al mismo tiempo, McNally confesó estar «decepcionado» por lo sucedido y que no esperaba que la guardia saudita no «levantara las defensas».