San José.- El dirigente del sector palangrero de Puntarenas, Mauricio González, reveló que preparan una manifestación el próximo día 25 para exigirle al gobierno de Costa Rica soluciones a los tres principales problemas que los aquejan hoy.
González precisó al diario Extra que están en contacto con sus pares de las provincias de Guanacaste y Limón para hacer coincidir su protesta con la celebración del aniversario 195 de la Anexión de Nicoya a Costa Rica, un territorio que el país vecino usurpó a Nicaragua aprovechando convulsiones políticas internas en nuestra nación.
En la fecha de la anexión, el cuestionado presidente Carlos Alvarado, varios ministros y diputados recorrerán varias comunidades guanacastecas.
El pliego de demandas de los pescadores incluye reincorporar a la canasta básica productos del mar afectados con el 13 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) que entró en vigor el primer día de este mes.
Asimismo, piden un reglamento técnico para el funcionamiento de los dispositivos de señalización conocidos como balizas, que sirva para establecer un protocolo cuando el aparato falle o se desconecte y que el Gobierno libere al menos 800 licencias para la pesca artesanal.
El pasado día 10, representantes de sectores de molusqueras, pesca artesanal, turística, deportiva y de palangre salieron defraudados de un encuentro con el presidente tico y varios de sus ministros, con la Iglesia Católica y la Defensoría de los Habitantes como mediadores, debido a la falta de una respuesta positiva a la solicitud de incluir todos los productos pesqueros en la canasta básica.
En marzo pasado, el Ministerio de Hacienda decidió sacar 29 productos de la canasta básica e incluirlos en la lista de los que tendrían un 13 por ciento de IVA, de acuerdo con la ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
De esa forma, ahora tienen ese impuesto todos los filetes más otras especies como pargo, marlin, bonito, corvina y róbalo, los más demandados por el consumidor tico y las principales especiales que capturan los pescadores nacionales.
Por eso, para ellos gravar el pescado con un nuevo impuesto es un doble castigo, para los consumidores y para los productores, y calificaron la medida de arbitraria y sin sentido.