Puerto Rico inició el miércoles el procedimiento ante los tribunales para reestructurar los más de 70.000 millones de dólares que tiene de deuda. El caso de esta isla es histórico, ya que se ha convertido en la bancarrota más grande de un territorio bajo jurisdicción de EE.UU., al que la isla está unido como un Estado Libre Asociado. Un estatus que le otorga cierto grado de autonomía, aunque no en política monetaria.
Así, los principales acreedores de la isla comenzaron este miércoles a comparecer ante una jueza federal estadounidense en un tribunal de San Juan, la capital. Según informa Reuters, los inversores se han mostrado interesados en continuar con las negociaciones para alcanzar un acuerdo que resuelva el profundo problema de impagos del territorio.
Puerto Rico busca reestructurar no solo los más de 70.000 millones de dólares de deuda procedentes de diferentes agencias, sino también los cerca de 45.000 que tiene en pasivos de pensiones. Por ello, la principal preocupación de los acreedores ahora es si podrán recuperar todo el dinero que se les debe. «No hay suficiente información, especialmente en lo que se refiere a plazos y posibles recuperaciones», explicó a la citada agencia Shaun Burgess, gerente de cartera de Cumberland Advisors Inc en Sarasota (Florida).
Primera jurisdicción de EE.UU. en acogerse a un mecanismo de quiera
La audiencia celebrada este miércoles marca el inicio de un proceso que podría tardar meses o años en resolverse, y que es la culminación de dos años de amargas discusiones entre el Gobierno de Puerto Rico, sus acreedores y los legisladores federales sobre la forma en la isla debería abordar la carga de deuda, que ha arruinado su economía.
Imagen ilustrativaPuerto Rico utilizará una estrategia del siglo XVIII para convertirse en el estado 51 de EE.UU.
Puerto Rico, que cuenta actualmente con 3,5 millones de habitantes, sufre una profunda crisis económica, con una tasa de desempleo alrededor del 11% y una tasa de pobreza que roza el 45%. Además, la población está disminuyendo debido a la constante emigración al continente estadounidense en busca de una vida mejor. Así, 350.000 ciudadanos han abandonado la isla en los últimos 10 años, lo que ha provocado que se recaude mucho menos dinero con el poder pagar a los acreedores.
Puerto Rico hizo historia a principios de este mes al convertirse en la primera jurisdicción estatal de EE.UU. en acogerse a un mecanismo de quiebra, bajo el título III de la ley federal PROMESA, aprobada en junio de 2016 por el Congreso estadounidense, para ofrecer una solución a la millonaria deuda del territorio. El citado título le permite reducir sus obligaciones de deuda por la vía legal.
Fuente: RT