El presidente estadounidense, Donald Trump, tuvo la responsabilidad de ofrecer el tradicional discurso de la Unión, en el que debe exponer una especie de balance de su Gobierno. El momento fue propicio para observar de qué manera Trump evadía temas tan intensos como su tratamiento a la inmigración y la injerencia en asuntos de otras naciones. Repasemos brevemente algunos de esos momentos.
Injerencia hacia América Latina
Trump aseguró la noche de este martes que su administración está «apoyando la esperanza de los cubanos, nicaragüenses y venezolanos para que restauren la democracia», y varios medios han observado la llamativa manera en que el autoproclamado «presidente interino» de Venezuela, Juan Guaidó fue largamente ovacionado en medio de su discurso, como supuesto líder de esa política en su país.
Sin embargo, el Presidente evadió tratar sobre las intensas medidas de fortalecimiento del ilegal bloqueo económico, financiero y comercial contra Cuba y las similares medidas hacia Venezuela, las cuales impiden que dichos países puedan acceder a la compra de productos agrícolas, industriales y medicinales, con impacto negativo directo sobre las poblaciones de esas naciones.
La evasión del mandatario estadounidense a tocar este tema es mucho más llamativa cuando desconoció las resoluciones de las Naciones Unidas que esbozan el rechazo al bloqueo contra Cuba, así como a las ilegales sanciones contra Venezuela, con votaciones contundentes que demostraron que el mundo, en su inmensa mayoría, rechaza esas medidas y las considera violatorias del derecho internacional.
Migrantes expulsados
Trump se refirió al tema migratorio de miles de centroamericanos, e indicó que suscribió un acuerdo de cooperación con México y los Gobiernos del triángulo norte de centroamérica para avanzar en una política migratoria. Asimismo, anunció que el cruce de migrantes ilegales se ha reducido en los últimos ocho meses y que su Gobierno ha sido responsable de expulsar a miles de los migrantes ilegales a sus países de origen, en una política de tolerancia cero.
Acerca de su incumplida promesa de construir un inmenso muro de contención migratoria en la forntera con México, Trum aseuró «Un golpe para nuestra frontera sur, estamos construyendo un muro supremamente alto y poderoso. Hemos terminado más de cien millas, el próximo año tendremos más de 500 millas de construcción adicionales».
Sin embargo, la construcción del muro se considera una de las grandes promesas incumplidas del Presidente norteamericano, a quien el Congreso no ha aprobado los millones de dólares que necesitarían para terminar el muro.
Gran parte de lo que realmente está en pie no es un nuevo muro sino más bien trabajos de mejora en infraestructuras prexistentes ante las negativas del Congreso de liberar mayores recursos con destino al muro.
Además, Trump desconoció las decenas de denuncias sobre el maltrato y las terribles condiciones en que los migrantes son retenidos en la frontera sur.
Economía interna
Trump se jactó de una economía poderosa ante el pleno de los legisladores, sin mencionar en absoluto su proceso de destitución al esperar una absolución casi segura este miércoles por la mayoría republicana en el Senado.
Donald Trump presumió este martes de la buena salud de la economía al inicio de su tercer discurso sobre el Estado de la Unión, último de su primer mandato.
«Hace tres años, iniciamos el gran retorno de Estados Unidos», arrancó Trump, con un discurso lleno de reproches al Gobierno de Barack Obama (2009-2017) —al que no mencionó— y que entusiasmó a los republicanos, pero no gustó a los demócratas.
En el inicio de su discurso, Trump evitó darle la mano a Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y líder de la oposición demócrata, quien generó mucha polémica al romper en pedazos su copia del discurso apenas el mandatario terminó de hablar.