En declaraciones realizadas este jueves en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), el jefe del Estado ruso ha vuelto a rechazar las amenazas militares lanzadas desde Washington contra Caracas para derrocar al Gobierno legítimo del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
En cuanto a la situación en Venezuela, según la información de la que dispone el presidente «ni siquiera los aliados de EEUU apoyan la intervención militar» en el país. De acuerdo con Putin, esta «sería una catástrofe».
Putin ha agregado además que los expertos militares rusos permanecerán en Venezuela con la finalidad de prestar servicio al equipo militar ruso, algo, que según el líder ruso, están obligados a hacerlo en virtud de contratos suscritos.
Sin embargo, el mandatario ruso descartó que Moscú esté buscando establecer alguna base militar o desplegar tropas en el país caribeño.
El miércoles, Putin ya dejó claro que durante su reunión con el presidente chino, Xi Jinping, se subrayó la necesidad de estabilizar la situación en Venezuela.
«Rusia y China están trabajando a favor de una resolución pacífica de la crisis en Siria y abogan por estabilizar la situación en Venezuela», dijo Putin al término del encuentro.
La crisis política en Venezuela se agravó a partir del pasado 5 de enero, cuando el diputado opositor Juan Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional, en desacato desde 2016. El 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anulara su designación, el legislador se autoproclamó «presidente encargado» del país caribeño.
Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero pasado tras unas elecciones a las que el grueso de la oposición no se presentó por considerar que no estaban dadas las garantías para participar, calificó la autoproclamación de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a EEUU de haberlo orquestado.
China acoge posición Rusa de No a la intervención militar
Rusia y China rechazan la opción militar como solución a la crisis en Venezuela y proponen el “diálogo político inclusivo” entre el Gobierno y la oposición.
La postura de estos dos aliados de Venezuela se manifiesta en una declaración conjunta emitida después de conversaciones entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo de China, Xi Jinping, en Moscú (la capital rusa).
“Moscú y Pekín tienen como objetivo monitorear el desarrollo de la situación en Venezuela, para ayudar a una solución pacífica de los problemas del país a través de un diálogo político inclusivo y para oponerse a una intervención militar en Venezuela”, se lee el comunicado.
Asimismo, instan a todas las partes en Venezuela a adherirse a la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y las normas del derecho internacional y las relaciones intergubernamentales.
Según la declaración, los mandatarios de Rusia y China recuerdan que todo gobierno debe respetar el principio de no injerencia en los asuntos internos de otro país, como en Venezuela.
Un número de países, encabezados por EEUU, ha expresado respaldo a la iniciativa golpista de Juan Guaidó, quien el 23 de enero de se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela, bajo el pretexto de que la reelección del jefe de Estado Nicolás Maduro no era legítima. Sin embargo, China y Rusia, entre otros, se han mantenido a lado del mandatario legítimo del país sudamericano.
Estados Unidos, en su apoyo a la oposición venezolana para derrocar al Ejecutivo de Maduro, ha acentuado su carga intervencionista sobre Venezuela en los últimos meses con medidas dispares que van desde la imposición de sanciones hasta la amenaza de una intervención militar.
El 17 de mayo, Venezuela recibió desde China medicamentos y material médico y quirúrgico, mientras se intensifica las sanciones contra el país suramericano.
Este jueves, el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, ha anunciado que la sede de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) se trasladará de Lisboa (capital portuguesa) a Moscú (capital rusa) en el curso del mes para ayudar a salvaguardar los activos del país bolivariano, ante las medidas coercitivas de EEUU.