* Un «experimento tecnológico» mostraría que ningún sistema de defensa antimisiles de EE.UU. podría derribar al nuevo misil balístico ruso de alcance intermedio”. «Qué elijan un blanco de destrucción, por ejemplo, en Kiev. Concentren allí todas sus fuerzas de defensa aérea y de defensa antimisiles, y nosotros lo atacaremos con Oréshnik y veremos qué pasa», propuso el presidente ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha respondido a los expertos occidentales que están cuestionando la eficacia del Oréshnik, retándoles a un experimento para probar cuán eficaz es este nuevo misil balístico ruso de alcance intermedio.
Durante el programa ‘Resultados del año con Vladímir Putin’, que se celebra este jueves en Moscú, un periodista indicó que algunos expertos de países occidentales están afirmando que el misil hipersónico Oréshnik puede ser derribado por los sistemas de defensa aérea durante su despegue. En este contexto, el presidente destacó que el misil Oréshnik es un arma novedosa que no puede ser derribada.
«No hay ninguna posibilidad de derribar estos misiles», afirmó Putin, detallando que el alcance del Oréshnik llega hasta 5.500 km.
«Si esos expertos occidentales lo creen así, que nos ofrezcan a nosotros y a aquellos en Occidente y en EE.UU. que les pagan por su análisis, realizar algún tipo de experimento tecnológico: bueno, digamos un duelo tecnológico del siglo XXI», dijo el mandatario.
«Qué elijan un blanco de destrucción, por ejemplo, en Kiev. Concentren allí todas sus fuerzas de defensa aérea y de defensa antimisiles, y nosotros lo atacaremos con Oréshnik y veremos qué pasa», propuso el presidente ruso.
«Nosotros estamos listos para tal experimento, pero ¿está lista la otra parte?», cuestionó.
«Bueno, en cualquier caso, no lo excluimos, teniendo en cuenta que todos los sistemas de defensa aérea y antimisiles de todos modos están funcionando allí», agregó en referencia a las armas occidentales suministradas al régimen de Kiev.
«Vamos a realizar ese experimento, ese duelo tecnológico, y veamos qué pasa. Es interesante y creo que sería útil tanto para nosotros como para la parte estadounidense», reiteró Putin.
Asimismo, el mandatario destacó que el misil hipersónico Oréshnik es un arma novedosa de desarrollo ruso, basada en muchos años de experiencia en diseño y no es un cohete soviético modificado. Además, cuando se le preguntó por qué recibió el nombre de Oréshnik (avellano, en español), Putin contestó «honestamente» que no lo sabe.
Sistemas antimisiles de EE.UU.: «algo costoso que contribuye poco a la seguridad de su país»
En este contexto, Putin explicó que «existen varios tipos de sistemas de defensa aérea» y que, a diferencia de los Patriot, los sistemas THAAD, también de fabricación estadounidense, aún no han sido entregados al régimen de Kiev.
«Pero si los estadounidenses deciden suministrarlos, que los suministren. Les pedimos a nuestros muchachos en Ucrania que nos digan qué soluciones valiosas existen para nosotros», dijo el presidente, apuntando que Moscú tiene a gente «con quien hablar en Ucrania». «Allí hay muchos de nuestros muchachos, quienes también junto a nosotros sueñan con liberar a su país del régimen neonazi», aseguró.
El presidente ruso recordó que tanto en Rumanía como en Polonia ya hay desplegados hasta 24 nuevos sistemas de defensa antimisiles. «Imaginemos que nuestro sistema Oréshnik se encuentra a una distancia de 2.000 kilómetros. Ni siquiera los antimisiles ubicados en territorio polaco pueden alcanzarlo», remarcó.
En este contexto, Putin hizo hincapié en que Moscú llevaba tiempo pidiendo a Washington no desplegar en Europa sus sistemas de defensa antimisiles, porque, en ese caso Rusia tendría que desplegar sistemas que los superen. «Hemos hecho mucho para superar el sistema de defensa antimisiles. Y en general, desde el punto de vista de los contribuyentes estadounidenses, todo esto es algo costoso que contribuye poco a garantizar la seguridad de su país», concluyó.