
* «Cuando digo ‘nación’, me refiero a todos los pueblos, a todos los grupos étnicos de la antigua Unión Soviética y Rusia, por supuesto», manifestó el presidente ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró el miércoles que «Rusia es una nación de ganadores», tras elogiar a su país y a las antiguas naciones de la Unión Soviética por su papel decisivo en la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial.
«Somos, sin duda, una nación de ganadores, una nación en el sentido amplio de la palabra. Cuando digo ‘nación’, me refiero a todos los pueblos, a todos los grupos étnicos de la antigua Unión Soviética y Rusia, por supuesto», dijo el mandatario durante el primer maratón educativo de Moscú, celebrado en preparación del 80.º aniversario de la victoria soviética en 1945.
Según sus palabras, ahora las «naciones derrotadas» intentan cambiar y «distorsionar» deliberadamente la historia. Además, resaltó que cuando se ve hoy a Ucrania utilizar tanques de fabricación alemana, es fácil hacer «ciertas asociaciones».
El próximo 9 de mayo se celebrarán en Moscú los desfiles conmemorativos por el 80.º aniversario del Día de la Victoria. A la ceremonia han sido invitados líderes de numerosos países, que han confirmado su asistencia para rendirle tributo a los caídos durante la Segunda Guerra Mundial.
La enorme contribución de la URSS a la victoria sobre el nazismo
Según las cifras oficiales, la Unión Soviética perdió unos 27 millones de vidas, entre soldados y civiles, durante la Gran Guerra Patria (1941-1945). Esas pérdidas constituyen una de las páginas más trágicas de la historia mundial y reflejan la decisiva contribución de la URSS a la victoria sobre la Alemania nazi.
Durante esa contienda, Austria, Albania, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Polonia, Francia, Checoslovaquia y Yugoslavia estuvieron bajo el yugo del agresor fascista. Mientras, Hungría y Rumanía, aliados de la Alemania nazi, así como Bulgaria y Finlandia, perdieron su independencia.
En el transcurso de los feroces enfrentamientos con las fuerzas del régimen de Hitler, la URSS logró darle al conflicto un giro fundamental a su favor. Finalmente, el Ejército Rojo consiguió liberar total o parcialmente los territorios de las entonces Rumanía, Polonia, Bulgaria, Yugoslavia, Checoslovaquia, Hungría, Austria, Alemania, Noruega y Dinamarca, entre otros países, en donde vivían más de 100 millones de personas.