El doctor Enrique Lacayo Farfán, fue médico brillante y un reconocido héroe de la lucha antisomocista.Este patriota, que en determinado momento se le consideró como el hombre más torturado en la dictadura somocista, se vio obligado a irse del país y falleció en el exilio en 1978. No pudo ver con sus propios ojos la derrota del régimen somocista.
Este gran patriota, dejó algunas propiedades en Nicaragua, las cuales han sido reclamadas constantemente por su viuda, doña Amanda Solórzano, pero desconocemos cuáles han sido los resultados de dichos reclamos.
Nicaleaks obtuvo una de las cartas de reclamo que doña Amanda Solórzano envió al Procurador General de la República, Hernán Estrada Santamaría. No sabemos si hubo resultados.
Esta es la carta:
Managua, 04 de febrero de 2015
Doctor
Joaquín Hernán Estrada Santamaría
Procurador General de la República
Presente
Estimado Dr. Estrada:
Me dirijo a usted para saludarlo y disculpe si le quito un poco de su valioso tiempo.
Soy Amanda Solórzano Viuda del Dr. Enrique Lacayo Farfán. Mi esposo durante Somoza sufrió cárcel, torturas y un largo exilio, todo por la liberación de Nicaragua, Vivimos en México por 20 años y allí tanto mi esposo como yo ayudamos a los sandinistas y es por eso que al morir él, yo me sentí apoyada por el gobierno sandinista pero no fue así.
El me heredó una finca de café ubicada en San Juan de Rio Coco, Departamento de Madriz. Somoza jamás le permitió regresar a Nicaragua por lo que yo tenía que asistir a mi finca sola, lo cual era un sacrificio para mi por la lejanía y los caminos intransitables, pues se traficaba en mulas. En ese tiempo yo era joven y puse todo mi empeño en hacer producir mejores cosechas y en el año 1981 logré cosechar 1500 qq de café oro (tengo las constancias de ventas).
Sin embargo, comencé también a tener problemas, porque en esa zona había enfrentamientos y mataron a mi administrador. Yo peligraba, quise hablar con el Presidente Ortega pero no lo logré. Entonces fui donde Jaime Wheelock quien me engañó, él me recibió con amabilidad me dijo que la Revolución le debía mucho a mi esposo; le expuse mi caso y le pedí que administraran mi finca y que me dieran parte de la cosecha. Me dijo que el gobierno me la compraría, que me llamaría para arreglar precio. Tomó posesión de la finca y jamás quiso volver a recibirme, yo le llamaba y le escribí varias veces pero nunca me contesto. Así pasaron 3 años con 3 muy buenas cosechas que no se, si fueron para él, o para los campesinos. Supe que él había parcelado la finca, así que fui a hablar con Ricardo Wheelock, su hermano, quien fue buen amigo de mi esposo, le expuse mi caso y me prometió hablar con él. Finalmente un día me llamaron para que firmara la escritura de venta de mi valiosa finca solo por $20,000 dollares precio ridículo, pero mi abogado me aconsejo que los tomará pues nunca más mi finca volvería a ser mía. Yo estaba sola, sin recursos y me vi obligada a firmar con mucho dolor, pues fueron muchos años de esfuerzos, de trabajo y de recuerdos. Como usted sabe, uno tiene mucho amor a los que nos cuesta y tanto Enrique como yo amábamos muchísimo nuestra finca.
Este cuento ya se hizo largo, pero necesito que usted se entere de todas las injusticias que se cometieron conmigo para que entienda mi planteamiento.
Tengo un solar muy valioso, tengo mis escrituras, este colinda con el panteón San Pedro pero, el Ex Alcalde Herty Lewites (q.e.p.d.), sin decirme una palabra lo tomó y construyo la parte frontal del cementerio. Luche porque me lo pagaran pero no lo conseguí. He perdido terreno y finca con gobiernos anteriores.
En mi solar Lewites (q.e.p.d.) construyó la entrada principal del Panteón San Pedro, sin pagarme mi propiedad. En resumen Whelock en los 80 me obligó vender mi finca y en tiempos de Lewites (q.e.p.d.), me confiscaron mi solar. Esto último no ha sido pagado.
Yo quisiera saber que daño hemos hecho mi esposo Enrique o mi persona para que nos hayan confiscado injustamente y hoy a mi edad 92 años, me encuentro sin medios para vivir dignamente.
Espero que usted que esta ahora al frente de tan importante responsabilidad me haga justicia.
Solo espero la misericordia de Dios y su atención para poder vivir los últimos días con tranquilidad, lo que haga por mi quedaré profundamente agradecida.
Amanda Viuda de Lacayo Farfán
Tel. 22661033