A pocos días después del primer hallazgo, los asistentes de Biden localizaron un segundo lote de documentos clasificados en una nueva ubicación, y un tercer lote, recientemente, en su domicilio en Delaware
Documentos clasificados de la época en que Joe Biden, actual presidente de EE. UU., era vicepresidente de la administración Obama, fueron descubiertos en noviembre por sus abogados personales, en el Penn Biden Center for Diplomacy and Global Engagement, un centro de estudios en Washington que el mandatario utilizó como oficina, tras dejar la administración Obama.
Los legajos hallados en noviembre incluían memorandos de inteligencia estadounidense y material con información sobre temas como Ucrania, Irán y el Reino Unido, según refiere CNN.
Por otra parte, NBC News reportó que, pocos días después del primer hallazgo, los asistentes de Biden localizaron un segundo lote de documentos clasificados en una nueva ubicación, y un tercer lote, recientemente, en su domicilio en Delaware.
No es la primera vez que esto ocurre en ese país. David Petraeus, exjefe de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), se declaró culpable en 2015 por utilizar documentos clasificados de forma «incorrecta».
Según el FBI y el Departamento de Justicia de EE. UU., siendo Petraeus director de la CIA, entregó a Paula Broadwell, quien en esos momentos era su amante y biógrafa personal, el acceso a su cuenta de correo electrónico en la Agencia, que contenía documentos con información considerada altamente secreta.
Las aspiraciones presidenciales de Hillary Clinton se vieron malogradas, entre otras cosas, por usar un servidor de email privado para transmitir información clasificada, mientras se desempeñaba como secretaria de Estado.
Recordemos que, en enero de 2022, en la residencia de Donald Trump en Mar-a-Lago, se encontraron 15 cajas con documentos clasificados, y, solo unos meses después, agentes del FBI registraron de nuevo su mansión y hallaron 11 lotes de legajos, incluidos algunos marcados como ultrasecretos.
El fiscal general Merrick Garland anunció, a través de una conferencia de prensa, que el exfiscal, Robert Hur, se hará cargo de la investigación de los documentos clasificados en el caso de Biden, y el abogado especial, Jack Smith, supervisará la investigación penal contra Trump.
Varias interrogantes asaltan a los analistas: ¿negligencia?, ¿ignorancia?, ¿trama secreta?, ¿golpe bajo? Parece que todas se juntan para dar respuesta.
Conociendo la naturaleza del habitual juego sucio que se desata camino a las elecciones estadounidenses, parecen muy oportunas las denuncias contra el exmandatario y el actual dueño del poder en la Casa Blanca. La investigación, sin duda, oscurece las esperanzas de Trump de volver a la Casa Blanca, y constituyen un serio obstáculo en las aspiraciones de Biden para un segundo mandato.